La Pampa | Nuestras manos de gendarmes se estiran como nunca en un abrazo argentino para tocar el manto de nuestra Madre, fue parte del mensaje brindado por el Capellán Castrense de GNA, Padre Víctor Hugo Massarotti al momento de la celebración de la Santa Misa junto a los integrantes del Móvil IV de GNA, Gral. Acha, en el día de la Santa Patrona de la Fuerza Federal de Seguridad. El Padre Massarotti resaltaba ayer, “Argentina evoca a María de Luján como un icono nacional de sello argentino y de atracción particular porque nuestro pueblo no es huérfano, tiene madre y es una de las cosas más hermosas de la devoción a la Virgen”.

También destacó, “(…) nuestras manos de gendarmes se estiran como nunca en un abrazo argentino para tocar el manto de nuestra Madre”. Agregando, “el manto que cubre la Imagen, nos cubre como hijos que buscamos protección y sabemos que como Madre, consolará muchas penas que llevamos. Como Madre ayúdanos a disipar todo temor para continuar con el camino”.

Profundizando, el Capellán Víctor Massarotti señaló, “María de Luján,esa Madre que se eligió un lugar y se quedo con nosotros entre paisanos pobres y chacareros ricos que se arrimaron hasta ella, no habla, sino que mira. Al sabernos mirados con tus ojos serenos, nos brota ese deseo de estar juntos como hijos, como hermanos”. Pidiendo especialmente dijo, “Madre: que tu mirada nos defienda para que no nos roben la esperanza. Nuestra Madre nos mira a todos sin exclusión. Mira Madre a tantos descartados, son tus hijos. Míralos y fortaléceles el corazón con la esperanza”.

A continuación compartimos en forma textual las palabras brindadas por el Capellán Castrense de GNA, Padre Víctor Hugo Massarotti:

Argentina evoca a María de Luján como un icono nacional de sello argentino y de atracción particular porque nuestro pueblo no es huérfano, tiene madre y es una de las cosas más hermosas de la devoción a la Virgen, que no es adoración, sino que es cariño y veneración de un hijo por su madre.

Un hijo sin madre tiene el alma mutilada, un pueblo sin madre es un pueblo huérfano, sin la ternura que solamente da una mamá. Por eso seguimos siempre las dos cosas en la piedad popular: la adoración a Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, y a Él solamente se adora, y el cariño y el respeto, y veneración que no es adoración a Nuestra Madre, porque nosotros no somos huérfanos, tenemos mamá.

Hoy nuestras manos de gendarmes se estiran como nunca en un abrazo argentino para tocar el manto de nuestra Madre. Nuestras manos llevan esa gracia que con solo tocar nos deja el alivio por haber llegado hasta Ella, eso solo nos deja en paz y nos da confianza.

El manto que cubre la Imagen, nos cubre como hijos que buscamos protección y sabemos que como Madre, consolará muchas penas que llevamos. Como Madre ayúdanos a disipar todo temor para continuar con el camino.

María de Luján, esa Madre que se eligió un lugar y se quedó con nosotros entre paisanos pobres y chacareros ricos que se arrimaron hasta ella, no habla, sino que mira. Al sabernos mirados con tus ojos serenos, nos brota ese deseo de estar juntos como hijos, como hermanos.

Madre: que tu mirada nos defienda para que no nos roben la esperanza. Nuestra Madre nos mira a todos sin exclusión. Mira Madre a tantos descartados, son tus hijos. Míralos y fortaléceles el corazón con la esperanza.

Madre queremos una Patria para todos. La madre no puede aceptar que la familia esté dividida y que algunos queden afuera. Celebrar a María de lujan es tiempo de reconciliación, sepamos perdonar y buscar a Dios.

Cuando en la cruz Jesús dice a María, “ahí está tu hijo” en Juan, el apóstol, el teólogo, estábamos todos presentes. Hoy también venimos a presentarle nuestros dolores y el de nuestra Patria.

En Luján, María se quiso quedar como la primero fundadora de esta villa. Queremos que ella nos confirme como pueblo argentino. Ella se comprometió a cuidarnos, se quiso quedar para cuidarnos.

Jesús fundó una Iglesia en camino, una Iglesia peregrina. Cuando la Iglesia está quieta, deja de ser Iglesia y es una asociación civil. Nuestra Iglesia es Iglesia en doble salida: con la adoración a Dios y la oración; y otra salida hacia los hermanos, para ayudarlos, acompañarlos y cumplir las obras de misericordia que Jesús nos enseñó, y que están en el capítulo 25 de san Mateo-

Miremos a nuestra madre porque debajo del manto  de maría nunca entra el diablo

Gendarmes de la patria que María los proteja siempre.

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