Mons. Olivera | Los invito a adherirnos con firmeza a la Jornada del 8 de marzo en Luján y los convoco a celebrar 24 horas Eucarísticas el día 25 de marzo, así lo señalaba el Obispo Castrense de Argentina mediante una carta compartida este 22 de febrero en la Fiesta de la Cátedra de San Pedro Apóstol. En su mensaje, dirigido a sacerdotes, diáconos y consagrados hizo referencia a dos hechos eclesiales que se desarrollaran el próximo mes, donde destaca, “uniéndonos a la Iglesia que peregrina en Argentina, los invito a adherirnos con firmeza a la Jornada del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, bajo el lema <<Si a las Mujeres. Sí a la Vida>>”.

Continuando, Mons. Santiago Olivera manifestó su intención de, “convocarlos a una CAMPAÑA NACIONAL DE ORACIÓN en todos los ámbitos de este Obispado Castrense para el próximo 25 de marzo, jornada en que se celebra el Día del Niño por Nacer. Al respecto, les decía, “como comunidad castrense renovemos estas 24 horas Eucarísticas bajo el lema <<Unidos para defender la Vida junto al Dios Vivo de la Eucaristía>>”.

A continuación, compartimos con ustedes en forma textual el mensaje brindado por Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina:

Buenos Aires, 22 de febrero de 2020.

Prot. 021 / 20

Fiesta de la Cátedra de San Pedro, apóstol

Muy queridos sacerdotes, diáconos y consagrados:

                                               Reciban un cordial y afectuoso saludo en Cristo.

                                               Hoy les escribo para hacer referencia a dos acontecimientos eclesiales que nos involucran muy de cerca.

• Uniéndonos a la Iglesia que peregrina en Argentina, los invito a adherirnos con firmeza a la Jornada del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, bajo el lema “Si a las Mujeres. Sí a la Vida”.

La celebración de la misa, convocada por la Conferencia Episcopal Argentina, tendrá lugar en la Basílica de Luján a las 11 hs. Aquellos que puedan llegar a la casa de la Madre sean bienvenidos. Los más alejados tengan un momento especial de oración y reflexión durante las celebraciones del fin de semana en cada una de sus parroquias y capellanías.

• Convocarlos a una CAMPAÑA NACIONAL DE ORACIÓN en todos los ámbitos de este Obispado Castrense para el próximo 25 de marzo, jornada en que se celebra el Día del Niño por Nacer.

                                               Como lo hemos hecho en otra oportunidad, consistirá en la celebración ininterrumpida de la Santa Misa durante toda la jornada. Como comunidad castrense renovemos estas 24 horas Eucarísticas bajo el lema “Unidos para defender la Vida junto al Dios Vivo de la Eucaristía”. A ello los llamo y les pido que congreguen a los fieles en todas las parroquias y capellanías del ámbito de nuestra diócesis.

                                               Somos conocedores de la realidad. Todos los días nos interpela y nos desafía. No podemos quedarnos callados. Nos dice el Santo Padre Francisco: “Me preocupa que no sean muchos los que luchan por la vida”.

                                               Como les dije en otra oportunidad, como sacerdotes y consagrados, junto con una defensa valiente y comprometida del valor supremo de la vida, nos cabe también la reflexión personal y comunitaria de repasar sinceramente cómo hemos predicado el Evangelio de la Vida. Renuevo el llamado de Francisco que nos convoca a custodiar a los ancianos, los enfermos, a los niños por nacer. La vida debe ser tutelada y amada siempre.  Debemos reflexionar sobre el valor de toda vida humana, su importancia a los ojos de Dios y de la humanidad.

                                               Expresemos claramente la opción por la Vida, sobre todo la que se está gestando y la vida de nuestros adultos mayores, acompañando en nuestras comunidades a todos aquellos hermanos que son indiferentes, dudan o incluso favorecen legislaciones y prácticas contrarias. 

                                               Por ello, resulta imperioso profundizar el diálogo con nuestro pueblo. No se trata solo de la lucidez de los argumentos esgrimidos sino del efecto que las palabras tienen en los que escuchan. No somos nosotros los que convencemos. Es la Verdad. Debemos trabajar para servir a la Verdad lo mejor posible (cf. Pbro. Matías Jurado, Ser Curas entre pañuelos verdes ¿Qué decir?, R. Pastores n. 66, octubre 2019).

                                               Siguiendo esta línea, me parece oportuno variar nuestro centro de argumentación al momento de defender y proponer la cultura de la vida. Todo acto contra la vida -que ha sido gratuitamente donada por Dios- es intrínsecamente malo y contrario a los Mandamientos. Pero para aquellos que están más alejados o más radicalizados, puede llamar mejor su atención el interpelarlos con otra mirada, proponiéndoles su reflexión sobre los efectos negativos que cualquiera de esos actos produce. Es decir, dialogar sobre las consecuencias nocivas y contrarias a la paz que tanto el aborto, la eutanasia y todo acto deliberado contra la vida provoca en las distintas personas protagonistas.

                                               Recordamos aquellas palabras de San Juan Pablo II: “No puede haber auténtica paz sin respeto de la vida, especialmente si es inocente o indefensa, como es la de un niño que todavía no ha nacido”.

                                               Recientemente, y como mucho dolor, la sociedad entera pudo observar atónita que varios jóvenes no valoraron la vida de un hermano. Por ello, este amplio llamado a la cultura de la Vida, esta convocatoria a defender toda Vida en todo momento y para todos sin excepción: niños por nacer, sus madres, sus padres, niños pequeños, jóvenes, adultos, ancianos.

                                               Quiera Dios que tanto el 8 como el 25 de marzo seamos muchos los que juntos oremos por la vida. Invitemos con entusiasmo para pedir por los más indefensos y vulnerables. Queridos hermanos, que nuestra Madre, a la que acudimos en su advocación de Luján, nos acompañe en estos días de trabajo arduo en los que debemos renovar con mayor firmeza nuestro compromiso por el SI a LA VIDA.

                                               Con mi bendición,

                                                                                                                                                  

                                                                                                             + Santiago Olivera

                                                                                                       Obispo Castrense de Argentina