Mons. Olivera | Quiera Dios que algún día como país podamos encontrarnos, la nación lo necesita, la frase le pertenece al Obispo Castrense de Argentina y se desprende de la entrevista generada por Eduardo Lazzari y Guillermo Arisa emitida por Radio Once Diez (AM 1110) el último sábado 27 de junio. En la jornada del sábado, los conductores, convocaban la presencia de Mons. Santiago Olivera para poder dialogar respecto de las repercusiones que desplegaron luego de la publicación de la Carta de Lectores en el Diario La Nación.

Al respecto, Eduardo Lazzari le pedía a Mons. Olivera el cuente a la audiencia, cómo surgió esa carta difundida en el medio periodístico, así lo describía, “hace tres años que soy Obispo Castrense y como siempre señalo, no vengo del mundo militar, pero el haber caminado durante todo este tiempo, al escuchar, al entrevistarme con detenidos de mi Diócesis veo su realidad. También, me he encontrado con gente que ha sufrido atentados antes de que haya asumido la juntar militar, en pleno tiempo democrático.

Por ello, al saber su realidad, me exige el corazón hacer público todo esto, para que pongamos nuestra mirada sobre estos hombres que están sufriendo mucho. No solo ellos, sino también sus familias, quienes también padecen todo esto, más allá de la justicia a quien debemos respetar y animar para que de verdad tengamos justicia, es justo destacar, que el trato humanitario a veces no se tiene”.

Profundizando, sobre la realidad en la que se encuentran muchos de estos detenidos, nuestro Obispo declaraba, “a mí me preocupa, porque son personas, son rostros, son historias y me parece que no se puede sacar de contexto, aunque uno sea duro también con todo aquel momento histórico. Sin embargo, me parece que traicionaríamos a la verdad, si no contamos toda la historia, aunque uno tenga más responsabilidad que otros, no por eso, dejan de tener responsabilidad los que la tuvieron.

Pongo la mirada en aquellas personas que están sufriendo, que en los tiempos de hoy son vistos como sacando de contexto lo que fue, transcurridos cuarenta años, no se puede evaluar la historia sin un argumento fidedigno, analizando los por qué y demás. En realidad, como Padre, siento el deber de no callar, aunque me sienta más solo, aunque esté solo, pero tengo esperanza y pongo en el Señor todo mi deseo para que se transite por caminos de auténtica justicia”.

Por su parte, Guillermo Arisa, explayaba sobre estos detenidos, que más allá de todo, por el solo hecho de ser militares, a pesar de que estén o no condenados, se presume que son culpables.  Destacando, además, que, a pesar de todo, también debemos reconocer que los derechos humanos son para todos.

Al respecto, Mons. Santiago Olivera expresaba, “el punto es que, por ser militares y de ese tiempo, son prejuzgados, es como si ya tuvieran la sentencia, no tienen derecho a nada. Más allá que la justicia lo diga que una presión preventiva de tantos años no se puede admitir, en el mundo de los detenidos militares, esto se incumple.

Sabiendo de casos, por ejemplo un hombre, después de 8 años en prisión preventiva, ha sido absuelto y puesto en libertad, pese al fallo que lo libera, en sí, ha padecido una condena anterior. En la actualidad, hay muchos enfermos detenidos, de mucha edad, todos están muy asustados por la pandemia y se sigue como si nada, siguen con prisión preventiva”.

Continuando, el Obispo Castrense de Argentina, resaltó, “el Santo Padre nos dice, que, <la cárcel no puede no tener un horizonte>, no puede no mirarte con una esperanza, y a estos hombres se les niega aún la esperanza. A la luz de todo esto, si uno pudiera verlos, escucharlos, ver qué es lo que está bien y que es lo que está mal, me pregunto, por qué no sanamos nuestro país, por qué no dejamos de lado tanta ideología”.

Avanzando en la nota radial, Eduardo Lazzari hacía un especial análisis de nuestra sociedad, expresando que, si miramos el proceso de la historia argentina, podemos decir que existiría un mecanismo recurrente, quizás con lo que hoy llamamos grieta. Entonces, por qué en vez de hablar de posiciones, verdad o mentira, buenos y malos no podemos madurar, evolucionar.

A lo que preguntó, desde la perspectiva religiosa, qué significa esto de qué nuestro país tiene una dificultad que le impide llegar a la concordia. Así, respondía Mons. Olivera, “podría decir que esto, está en el ADN nuestro, creo que debemos preocuparnos para buscar caminos de encuentro, la verdad totalmente nunca la tiene ni uno, ni otro. En todo ámbito debemos permitir dar la posibilidad de la conversión, de reparar, yo escucho, converso con muchos de los detenidos y advierto que son gente muy buena”.

A lo que profundizó, diciendo, “debemos sentarnos a sanar la historia, todos, unos y otros, yo no quito responsabilidad a quienes tiene más superioridad. En este caso, en ese tiempo, quienes gobernaron, siempre tienen más responsabilidad, por ende, no pueden convertirse en personas que hacen el mal por sí, aunque estén buscando el bien.

Tenemos que pensar para adelante un país mejor, una nación de encuentro, de paz, en la verdad en la justicia, pues si no hay verdad, nunca habrá justicia, ni paz. Quiera Dios que algún día, como país podamos encontrarnos, la nación lo necesita, nos demanda que podamos mirarnos como hermanos, respetando a quien piensa distinto”.

Por último, en el final de la entrevista, los conductores, preguntaron a nuestro Obispo los motivos del por qué, nosotros, los argentino no podemos ver con entusiasmo que un argentino sea el Papa y que muy por el contrario como sucede en otras circunstancias lo interpelamos. Mons. Santiago Olivera fue directo, “al Santo Padre, hay que oírlo bien y hay que mirarlo cómo actúa y cómo ora, a veces aquí, en nuestro país, lo queremos llevar a la política territorial, queremos llevar agua para nuestro molino. Hay que escucharlo en su totalidad, el Papa es una gracia que tenemos, no solo en la Argentina, sino en el mundo de hoy, ojalá que los argentinos lo podamos valorar”.-