Tierra del Fuego | La Unión, homenaje al ARA San Juan para quienes están de Patrulla Permanente en el mar, fue descubierto por nuestro Obispo Castrense de Argentina, quien en la tarde de ayer, cuando se trasladaba rumbo a la ciudad de Río Grande, pudo apreciar el recuerdo a nuestros marinos. A poco más de 102 kilómetros al noreste de la ciudad de Ushuaia, capital de la provincia, se encuentra Tholhuin, en medio del viaje, era un buen momento para hacer un descanso en aquella porción austral, grande fue la alegría de Mons. Santiago Olivera al descubrir un lugar de profundo honor y respeto a nuestros tripulantes del submarino perdido.

EL lugar, se llama “La Unión de Tholhuin”, es una panadería donde además de buscar el tan preciado pan, aquel que acompaña la mesa de tantos argentinos, o ese rincón donde uno a determinada hora del día busca el convite de alguna confitura para el mate, una especie de símbolo de encuentro, se convirtió en templo y recuerdo. Es que su propietario, Emilio Sáes, decido a que las voces y labor de nuestros hombres del mar jamás se pierdan en ninguna tempestad de olvidos, decidía emplazar un recuerdo que reproduce a escala al Submarino ARA San Juan.

En el interior del local, sobre una de sus paredes se lee: “ARA San Juan, de patrulla eterna en nuestros mares”, debajo una ventana deja atravesar el azul profundo del mar, donde a escala navega una réplica de submarino. Completando con su escudo, los nombres impresos sobre el Pabellón Nacional, descubren uno a uno a los 44 tripulantes, cerrando la puesta en escena, se descuelga una reseña de la nave, todo un gesto que no deja de emocionar a quienes somos parte de la gran familia Castrense y que conmovía también a nuestros Obispo, pues allí el artista de la obra también tiene un fuerte vínculo con Brochero.

Es que, quien diseñó esa obra, es nada más y nada menos que Fernando Pugliese, quien en tiempos cuando Mons. Santiago Olivera, era Obispo de la Diócesis de Cruz del Eje, Córdoba, diseñó y comenzó a desarrollar el Parque Temático de San José Gabriel del Rosario Brochero. Tan lejos como asombroso del oeste cordobés, de aquel viejo Valle de Traslasierra, allí donde nace América, Brochero lo vuelve a unir a su senda y de quien no dejaremos de aprender jamás, allí otra vez una de sus grandes características se ponían de manifiesto, el desafío permanente de seguir avanzando.

Cabe señalar que, no es el único de los homenajes que esta Panadería rinde a nuestra historia argentina, pues en otro de sus rincones, podemos descubrir allí, sentado en una mesa, con su pluma en la mano, listo para escribir en su recetario al querido Dr. René Favaloro. Allí, quienes lo conocimos podemos volver a dimensionar, pero especialmente quienes no lo conocieron en vida, pude llegar a imaginar lo importante que fue el Maestro Favaloro al mundo médico.-