Triduo de Oración: Ordenación Sacerdotal del Diácono Darío Joaquín Verón

17 noviembre, 2020

Triduo de Oración: Ordenación Sacerdotal del Diácono Darío Joaquín Verón

QUERIDA COMUNIDAD DIOCESANA:

Con mucho gozo nos disponemos a celebrar la ordenación sacerdotal del diácono Darío Verón. Quien pertenece a nuestra gran familia diocesana que peregrina en todo nuestro país y más allá de sus fronteras.

Darío será- por la Imposición de las Manos y Oración Consecratoria de nuestro obispo Santiago Olivera- sacerdote para siempre y ejercerá su ministerio en nuestra Diócesis.

 Aprovechamos este feliz acontecimiento para recordar algunas cosas que ilustran a nuestra diócesis y al desempeño de sus sacerdotes. Luego compartiremos la razón de este Triduo de oración.

¿POR QUÉ UNA DIÓCESIS CÓMO LA NUESTRA?

Seguramente nos puede pasar de preguntarnos la razón de la existencia de nuestra diócesis y, desde luego, que es una pregunta muy válida. ¿Cómo respondemos a este interrogante? Citando a (San) Juan Pablo II: “La asistencia espiritual de los militares es algo que la Iglesia ha querido cuidar siempre con extraordinaria solicitud según las diversas circunstancias. Ciertamente éste constituye un determinado grupo social y “por las condiciones peculiares de su vida”, bien porque formen parte de las Fuerzas Armadas de forma voluntaria y estable, bien porque sean llamados a ellas por ley para un tiempo determinado, necesitan una concreta y específica forma de asistencia espiritual; por esta necesidad, a lo largo de los tiempos, ha velado la sagrada jerarquía, y en particular los Romanos Pontífices, dada su función de servicio o “diaconía”, proveyendo del mejor modo en cada uno de los casos, con la jurisdicción más apropiada a las personas y a las circunstancias. Por ello se fueron creando en todas partes estructuras eclesiásticas para cada una de las naciones, presididas por un prelado dotado de las necesarias facultades”[i]

De este modo vemos la necesidad de socorrer las necesidades espirituales de los hijos de la Iglesia, que se saben con vocación de servicio en favor de la Patria como “centinelas de la paz”.

Esto da razón de ser a la misión y presencia de nuestra diócesis.

Así como es peculiar la forma de vida de sus fieles, de algún modo también lo es la diócesis.

CARACTERÍSTICAS DE LA DIÓCESIS

  • Es una diócesis personal, lo que la distingue de una diócesis territorial, es decir que, son las personas las que “hacen a la diócesis”, vale aquí traer a cuenta una expresión de nuestro obispo que dice “la diócesis es el corazón de cada miembro de las Fuerzas, de sus familias y demás que viven en dependencia a él”.
  • Cuenta con el pastoreo de un obispo- como todas las demás diócesis- que tiene la misión de garantizar esa atención a los fieles como así también el cuidado de cada sacerdote capellán. Actualmente nuestro obispo es Mons. Santiago Olivera.
  • Cada sacerdote responde al obispo y pertenece a la diócesis castrense- sea a modo incardinado, adscripto o auxiliar (en este último caso “comparten su ministerio con la diócesis territorial a la cual pertenecen y, obviamente, con su respectivo obispo”). Esto, en la práctica, se traduce en- valiéndonos, de la riqueza de nuestro lenguaje, con los preposiciones- en ser “sacerdotes de la diócesis en determinada Fuerza”, así decimos que el Padre NN es sacerdote castrense en el Ejercito, en la Armada, en la Fuerza Aérea, en la Prefectura, en la Gendarmería, en la P.S.A. Si bien están muy vinculados a cada fuerza y lo hacen con entrega y dedicación, no son pertenencia de esa Fuerza ya que eso les impediría un rasgo distintivo de todo sacerdote diocesano: “ser de toda la diócesis” y eso posibilita que el obispo- a quien le prometió respeto y obediencia- cuente siempre con él para enviarlo a donde sea más necesario sin distinción de las Fuerzas que allí se encuentren[ii].
  • Como toda diócesis, también contamos con nuestra Iglesia Catedral, la misma se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires, (Comodoro Py 1925- Retiro). Se encuentra lindante al predio de la Armada Argentina, perteneciendo a Presidencia de la Nación. Está bajo el patrocinio de “Ntra. Sra. Stella Maris”. Desde este año, además de la Misa que se celebra de lunes a viernes por la mañana, se agregó también, los terceros domingos de cada mes, procurando que sea nuestro obispo quien la presida. Sabemos que la Iglesia Catedral es la iglesia propia de cada obispo. Teológicamente hablando es la “Iglesia madre de cada diócesis” y goza de esta particularidad como un don para cada Iglesia Particular.[iii]
  • Contará también, Dios mediante, con un Seminario propio para formar a sus futuros pastores. Hasta el día de hoy, nuestros seminaristas- entre ellos Darío que será ordenado sacerdote- realizaban esta Formación Inicial[iv] en el Seminario Arquidiocesano de Mercedes “Santo Cura de Ars”. Desde el próximo año, contaremos con el Curso Introductorio “Santo Cura Brochero”- Patrono del Clero Argentino, y con el Seminario Mayor “San Juan de Capistrano”- Patrono del Clero Castrense. El mismo estará ubicado en Combate de los Pozos 2073 CABA.[v]

VALOR DE LA ORACIÓN

Al p. Darío le tocará ejercer su ministerio sacerdotal en alguna de las diversas realidades que tiene nuestra Diócesis: entre los miembros que forman el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, Gendarmería, Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Las cuales están presentes en todo nuestro territorio nacional como así también en las Misiones de Paz (actualmente Chipre) o las expediciones de la Fragata “Libertad” o el Rompehielos “Alte. Irizar”. Cualquiera sea el destino que se le asigne, sabemos que implica un gran desafío cumplir la misión de llevar a Jesús, predicar el Evangelio, nutrirlos con el Pan de la Palabra y de la Eucaristía, asistirlos con el consuelo que brota de la fe y la esperanza que no defrauda, reconciliarlos con Dios y con los hermanos… Para todo esto, necesita ser sostenido también por nuestra oración.

Queremos rezar, seguir rezando ahora y siempre por él, por todos los sacerdotes, por cada sacerdote, como rezamos por nuestro obispo y por nuestros seminaristas.

Triduo de Oración.

Objetivo del subsidio

Este subsidio es un medio para orar, lo que implica que puedo aprovechar lo que mejor se adecue a la realidad en la que estoy, modificándolo, para hacer más accesible, eso es: sumándole algunos elementos, quitándoles otros, etc. Es un medio, lo que significa, tomando una idea de san Ignacio “en tanto y cuanto me ayude” -en este caso para la oración personal y/o comunitaria- a rezar más y mejor.

¿Cómo ambientar el lugar?

  • Armar un pequeño altar:
  • Colocar una estola (signo sacerdotal)
  • La Palabra de Dios.
  • Imagen de la Virgen María (puede ser la de Luján- Patrona de nuestro obispado-)
  • Unos cirios para encender
  • Los emblemas de cada una de las seis Fuerzas que conforman nuestro obispado Castrense, como así también el escudo de nuestro obispo Santiago.
  • Se puede sumar alguna imagen de San Juan de Capistrano- Patrono del Clero Castrense- y de San José G Brochero- Patrono del Clero Argentino-.

Agradecemos, desde ya, el sumarse a este pedido de oración y rezar juntos como Familia Diocesana.

Equipo Vocacional Obispado Castrense

TRIDUO DE ORACIÓN POR LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DE NUESTRO DIAC. DARÍO JOAQUÍN VERÓN

1 DÍA: Remar mar adentro

Como Comunidad nos reunimos para alabar a Dios, para bendecirle y darle gracias por todos los beneficios que diariamente nos concede. En este día nuestra gratitud pasa por la próxima ordenación sacerdotal de nuestro querido diácono Darío.

Es un sentir común qué, nuestra Iglesia, necesita jóvenes dispuestos, que quieran seguir a Cristo más de cerca, que quieran, como dice el lema de esta celebración, introducirse en el mar y remar mar adentro. Jóvenes valientes que quieran dejarlo todo y responder a la llamada de Jesús. Porqué como nos ha dicho el Papa Francisco: “…abrazar esta promesa requiere el valor de arriesgarse a decidir. Los primeros discípulos, sintiéndose llamados por él a participar en un sueño más grande, «inmediatamente dejaron sus redes y lo siguieron» (Mc 1, 18)”.

La vocación es un don de Dios. Nosotros no somos los autores de las posibles vocaciones. Es Dios quien llama. Nuestra tarea debe ser orar para que haya jóvenes que digan sí pero también pedir la gracia de ser testigos alegres: “Discípulos misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos, en Él, tengan vida”.

La gratitud y la petición brotan de nuestro corazón en este primer día del Triduo de oración. Alegres y confiados nos unimos como hermanos.

Himno – Canto (“Pescador de hombres”)

Salmo del día: ¡Santo eres, Señor, Dios nuestro!

Lectura del Evangelio: San Lucas 5, 1-11- (Hacemos un momento de silencio).

Reflexión para ayudar a la oración

Nos compartía nuestro obispo en la ordenación diaconal de Darío:

“El Señor sigue llamando, sigue tocando los corazones, sigue invitando; siempre, siempre Dios llama. Podrá haber tiempos más difíciles, pero nunca el Señor deja de llamar; por eso rezamos por las vocaciones; no para que Jesús llame con más fuerza o se acuerde, sino para que los jóvenes de este tiempo acallen otras voces y valientemente escuchen la voz del Señor que los invita a seguirlo y le digan: “aquí estoy, envíame” e inmediatamente dejen todo para seguir sus pasos”.

En este momento de silencio, pedimos por los jóvenes que son llamados a seguir así a Jesús, por nuestros seminaristas que están en camino, por los que están discerniendo la vocación y para que, cada joven, se pregunte con disponibilidad: “¿Quieres que yo sea sacerdote? Hágase tu voluntad, cuenta conmigo”

(Hacemos un momento de silencio)

-Con esta intención e iluminados por la Palabra de Dios, rezamos (al estilo del Rosario) un misterio contemplando: “Jesús llama a sus discípulos a dejarlo todo y seguirlo”. Rezamos Padrenuestro, 10 Ave Marías y 1 Gloria (al finalizar el Gloria rezamos: “Manda Padre muchos y santos obreros tu mies, conserva y santifica a los que están – estamos-“)

Preces: Llenos de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada. “Te rogamos, óyenos”

  • Por la Iglesia de Dios, el Papa Francisco y nuestro obispo Santiago para que el Espíritu anime su misión, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
  • Por los sacerdotes y seminaristas (Luis, Agustín, Julián y Tomás) para que encuentren siempre tiempo dedicado a la oración, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
  • Por nuestros jóvenes, para que busquen en la oración la fuerza y el camino de la verdad, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos
  • Por nuestro diácono Darío, para que en la oración busque y fortalezca su espíritu de servicio y entrega a los demás, roguemos al Señor.

Jesús, que con tu ejemplo nos enseñaste a unir nuestra vida a la voluntad del Padre, para salvación del mundo: haz que seamos, por nuestra oración, testigos de la fe y signo de esperanza para nuestros hermanos. Tú, que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.

Padrenuestro: Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración                                                                                                               Charles de Foucauld

Padre, Me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras;

sea lo que sea, te doy las gracias.

Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo,

con tal que tu voluntad se cumpla en mí y

en todas sus criaturas,

no deseo nada más, Padre.

Te confío mi alma, te la doy

con todo el amor de que soy capaz,

porque te amo y necesito darme,

ponerme en tus manos sin medida,

con una infinita confianza, porque tú eres mi Padre. Amén

Canto a María-

(silencio ante el Santísimo)

+En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

TRIDUO DE ORACIÓN POR LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DE NUESTRO
DIAC. DARÍO JOAQUÍN VERÓN

2 DÍA: Sal de la tierra y luz del mundo

Ambientación: Como símbolos para esta celebración sugerimos una vela encendida y un recipiente con sal.

Monición de entrada

La vocación no es un asunto de razonamientos complicados. La vocación no es para corazones calculadores, miedosos y egoístas. La vocación es problema de amor, y por eso sólo la entienden los corazones grandes y generosos. La vocación es: ser conscientes de que Jesús nos ofrece su amistad. Aceptarla e ir intensificando esa amistad con el trato es ponerse en camino de responder. Poco a poco se irá transformando nuestro corazón y se irá haciendo semejante al de Jesús, convirtiéndonos, así, en verdadera sal de la tierra y luz del mundo.

Por eso queremos poner “nuestra mirada en Jesús, nuestra mirada en Él. Mirada contemplativa y agradecida porque: Él, es el que nos llamó. Él, es el que nos amó hasta el Extremo. Él, es el que nos mira siempre amando. Él, es el que nos renueva. Él, es el que nos espera. Él, es el que nos busca. Él, es el que nos sana. Él, es el que nos perdona. Él, es el rostro de la Misericordia. Él, es el que murió por nuestra Salvación. Él, es el Dios con nosotros”

Himno – Canto: “Sal y luz”

Salmo del día “La gloria del Señor habitará en nuestra tierra”

Lectura del Evangelio Mateo 5, 1-16

(Momento de silencio)

Reflexión para ayudar en la oración

Este mundo, hoy más que nunca, tiene la necesidad de ver en nosotros hombres y mujeres que hemos creído en la Palabra del Señor, en su Resurrección y en la vida eterna hasta el punto de empeñar nuestra vida terrena para dar testimonio de la realidad de este amor que se ofrece a todos los hombres. La Iglesia, en el curso de la historia, no ha cesado de verse vivificada y de alegrarse por la santidad de tantos bautizados que, en la diversidad de sus vocaciones, fueron testimonios vivientes de un amor sin límites, testigos Jesús.

Pedimos para todos los que formamos el obispado Castrense:

Conservar la sencillez de los más pequeños del Evangelio y saber encontrarla en el íntimo y más cordial trato con Cristo y en el contacto directo con nuestros hermanos.

Ser verdaderamente pobres, mansos, hambrientos de santidad, misericordiosos, puros de corazón: ser de aquellos, gracias a los cuales el mundo conocerá la paz de Dios.

Conservar la alegría de pertenecer a Él para siempre, alegría que es un incomparable fruto del Espíritu Santo. Gozo que Cristo conservará en medio de las pruebas para saber mirar con confianza el porvenir.

(Hacemos un momento de silencio)

Con esta intención e iluminados por la Palabra de Dios, rezamos al estilo del Rosario, un misterio contemplando: “Jesús nos llama a iluminar con nuestra vida la vida de nuestros hermanos”. Padrenuestro, 10 Ave Marías y 1 Gloria (al finalizar el Gloria rezamos: “Manda Padre muchos y santos obreros tu mies, conserva y santifica a los que están – estamos-“)

Preces: Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada “Te rogamos, óyenos”

  • Para que los pueblos y naciones luchen por los valores del Evangelio, que traen la paz, la justicia y verdadera libertad, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
  • Para que los sacerdotes y consagrados- especialmente nuestro obispo Santiago, sacerdotes y diáconos- sigan anunciando con ilusión el Evangelio de Jesús en el mundo, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
  • Para que siempre haya corazones jóvenes que estén dispuestos a seguir la llamada de Dios y dedicar su vida, como Jesús, al servicio de sus hermanos los hombres, siendo testigos de esperanza, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
  • Para que los hogares cristianos se sientan testigos del Evangelio y fomenten la vocación cristiana de sus hijos, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
  • Para que todos nosotros seamos verdadera sal de la tierra y luz del mundo, y no nos quedemos a medias, en la desconfianza, en la inseguridad, en el conformismo, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Señor, que has sembrado la esperanza en tu pueblo, concede generosidad y fidelidad a los que llamas a ser Servidores entre los hermanos y testigos de ti, que eres nuestra esperanza, Qué su respuesta al amor de tu gracia, colabore para que venga y crezca el Reino de tu Hijo. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro: Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración final

No te pedimos que los saques del mundo; más líbranos del mal.

El fermento se pone en la masa, no en el arca, para que haya buen pan,

y sacien los hombres su hambre haciendo comunión.

La luz no se luce, pero hace que vean los hombres el rostro del hermano y

distingan en él, el ritmo que lleva el corazón.

La sal no alimenta, pero se hace sabroso lo insípido y

Conserva, cuanto está a su alcance, de cualquier corrupción.

La voz no es palabra ni idea, pero entona el mensaje y

hace que se oiga y se escuche lo que dice el Autor.

Los pies no son el hombre, pero le llevan: la tierra es escenario de su movimiento y el

campo de su acción.

Haz, Señor, que los que has elegido para tu servicio como luz y como sal,

como fermento para la masa humana, presenten

en su palabra y en su testimonio el evangelio de la salvación. Amén.

Canto a María- (Oración ante el Santísimo)

+En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

TRIDUO DE ORACIÓN POR LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DE NUESTRO DIAC. DARÍO JOAQUÍN VERÓN

3DÍA: “Vayan, pues al Dueño de la mies y ruéguenle que envíe obreros a su mies”

Ambientación: Como símbolo para esta celebración sugerimos colocar algunas velas, de las cuales algunas estarán encendidas y otras estarán apagadas, simbolizando el gran número de los que forman la mies. Las encendidas simbolizan a los que han dado una respuesta generosa a la llamada y, las apagadas, a los que el Señor está llamando…

Monición de entrada: La vocación es un misterio grande de fe. Es Dios Padre el que llama todas las cosas a la existencia, toda criatura viviente a la vida, todo ser espiritual al conocimiento y al amor que nos ofrece. Pero a algunos les ha llamado en especial para que le sigan y sean obreros que trabajen su mies. Es el Espíritu del Padre y de Jesús el que continúa haciendo que se oigan en la intimidad de cada uno las llamadas más personales. En este tiempo de gracia y conversión, sentimos la voz de Dios que nos llama y quiere llamar a otros. Oremos hoy juntos por las vocaciones sacerdotales, y sigamos teniendo presente, especialmente, a Darío, quien- mañana será ordenado sacerdote para nuestra Iglesia Castrense.

Himno – canto “Jesús te seguiré”

Salmos del día: “Aquí estoy Señor, envíame”

Lectura evangélica: Mateo 20 1, 7

(Hacemos un momento de silencio.)

Reflexión

Nos decía nuestro obispo en la ordenación diaconal de Darío:

“También hoy es una propicia oportunidad para dar gracias a Dios por la oración de tantos fieles que responden con fidelidad al pedido de Jesús: “Rueguen al Dueño del campo que envíe más operarios para la mies”. No hay poder que pueda detenernos si el Señor toca el corazón y llama. Por eso damos gracias a Dios. Las vocaciones son respuesta del Dios providente y hay jóvenes que siguen respondiendo. Quizás el número pareciera poco, pero es mucho, aunque sea uno que responda con generosidad al proyecto de Dios en su vida y tenga la convicción de que, con Jesús, todo se puede. Nada se puede sin él”.

Nos unimos en la plegaria, para que “ese uno” que se está sintiendo “atraído por Jesús” a dejar todo y seguirlo, se anime y de ese paso que le llenará el corazón de gozo. No se deje vencer por los miedos ni por la desconfianza. Ponga su mirada más en Jesús que lo llama, qué en sus propias capacidades y proyectos- aunque buenos- sabe que el Señor le está pidiendo otra cosa. Recemos juntos.

(Hacemos un momento de silencio)

Con esta intención e iluminados por la Palabra de Dios, rezamos al estilo del Rosario, un misterio contemplando: “Jesús enseña a sus discípulos a orar”. Rezamos Padrenuestro, 10 Ave Marías y Gloria (al finalizar el Gloria rezamos: “Manda Padre muchos y santos obreros tu mies, conserva y santifica a los que están – estamos-“)

Preces: Llenos de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada. “Te rogamos, óyenos”

  • Para que los pastores de la Iglesia, en especial el Papa Francisco y nuestro obispo Santiago y demás personas consagradas, vivan el gozo de saberse custodiados por el Padre Dios, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
  • Para que las familias cristianas no sean obstáculo para la vocación consagrada de sus hijos, sino que, al contrario, viviendo la fe con autenticidad y creando un clima de oración, faciliten la acogida de la llamada de Dios, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
  • Para que todos nosotros, comunidad cristiana, tomemos conciencia de que la vocación es fruto de la gracia y oremos insistentemente al Señor pidiendo la abundancia de vocaciones que la Iglesia necesita, recordando hoy, especialmente, las vocaciones para nuestro obispado Castrense, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos

Te pedimos, Señor, que sigas favoreciendo y enriqueciendo a tu Iglesia con los dones de tus vocaciones. Te pedimos que sean muchos los que escuchen y respondan generosamente a tu llamada, des perseverancia a nuestros seminaristas que están en camino y por Darío, para que pueda tu Iglesia alegrarse, con su entrega fiel y perseverante. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro: Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración

SEÑOR JESÚS, BUEN PASTOR DE TU PUEBLO

TE NECESITAMOS PARA VIVIR CON ESPERANZA

QUEREMOS ROGARTE QUE REGALES MÁS SACERDOTES A TU IGLESIA

PARA QUE LLEVEN LA LUZ DE TU PALABRA

Y REÚNAN A TU FAMILIA EN TORNO AL ALTAR

TE DAMOS GRACIAS

PORQUE A TRAVÉS DE ELLOS NOS DAS EL PERDÓN

QUE NOS ALIENTA A SEGUIR CAMINANDO

DANOS SACERDOTES MISIONEROS, ITINERANTES, SAMARITANOS

Y DISPUESTOS A DAR LA VIDA.

QUÉ NOS ACOMPAÑEN

A CONSTRUIR UN MUNDO NUEVO DE PAZ,

DE JUSTICIA Y DE SOLIDARIDAD

¡ESCÚCHANOS, SEÑOR!

QUE TÚ SACERDOTES PUEDAN SER FIELES A TU LLAMADO

QUE SEAN SIGNO DE TU AMOR PARA TU PUEBLO

Y SE ENTREGUEN CON ALEGRÍA

QUE SEAN CAPACES DE COMPARTIR LA VIDA DE LOS POBRES

Y CONSUELEN A LOS QUE SUFREN

BENDICE A NUESTRA IGLESIA PARTICULAR CASTRENSE,

CON VOCACIONES A LA VIDA SACERDOTAL Y

REGALA A NUESTROS SEMINARISTAS

PERSEVERANCIA Y GENEROSIDAD.

JESÚS BUEN PASTOR, EN VOS CONFIAMOS.

VIRGEN MARÍA, MADRE DE LUJÁN, RUEGA POR NOSOTROS JUNTO A NUESTROS SANTOS

PATRONOS: JUAN MARÍA VIANNEY, JUAN DE CAPISTRANO Y JOSÉ GABRIEL BROCHERO.

AMÉN.

Canto a María– oración en silencio ante el Santísimo

+En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Elementos que pueden ayudar a “ambientar” para la Oración

Escudo de nuestro obispo, Mons. Santiago Olivera

Escudos de las seis FUERZAS qué integran nuestra DIÓCESIS


[i] CONSTITUCIÓN APOSTÓLICA “SPIRITUALI MILITUM CURAE”

[ii] La dimensión itinerante tiene su razón de ser debido a la extensión geográfica que abarca la diócesis castrense, lo cual implica una radical disponibilidad y prontitud para ir hacia a donde el Pueblo de Dios que se le confiará, requiera de su presencia sacerdotal; ahí donde esa “extensión” del ministerio episcopal lo envíe. Por esta razón el obispo en la homilía nos prevenía, y aconsejaba evitar toda “instalación”, porque un “corazón instalado” imposibilita esa disponibilidad generosa u ofrecimiento espontáneo para cubrir la necesidad que presenta la diócesis en tal o cual lugar. (Cfr. “Sacerdotes diocesanos para una diócesis peculiar. Haciendo camino…” Pastoral Vocacional Obispado Castrense de Argentina. Ed. PPC. Pág 15)

[iii] Nuestra Iglesia cuenta con reliquias de San de Capsitrano y el San José Gabriel del Rosario Brochero, que fueran entronizadas el 18 de septiembre de 2019, por nuestro obispo mons. Santiago Olivera. Tendrá también, Dios mediante, una pequeña capilla donde se colocará a la Imagen de Ntra Sra. de Luján que estuvo en la Guerra de Malvinas. (será su “lugar de regreso” luego de cada “salida” misionera que haga, visitando distintos lugares de nuestro país.

[iv] Se llama así al periodo en el Seminario que consta de 7 u 8 años. Luego de egreso del seminario, viene la ordenación sacerdotal y, todo sacerdote, tiene una Formación Permanente- por eso se llama a aquella “Formación Inicial”.

[v] Les compartimos también, que para el sostenimiento espiritual y material de nuestro seminario, realizaremos un grupo llamado “Amigos del Seminario”, ya haremos la invitación correspondiente para quienes deseen sumarse para rezar por nuestros seminaristas y, quienes puedan, también realizar una ayuda material.

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