Vaticano | Mons. Olivera “Regreso con aliento, con entusiasmo, reconfirmado, para seguir trabajando en el Servicio que el Santo Padre me confió”, así resumía el Obispo Castrense de Argentina el encuentro mantenido en la Santa Sede con Su Santidad Francisco. A las 11, hora de Roma (7 de la mañana de nuestro país) de ayer lunes 4 de marzo, Mons. Santiago Olivera era recibido en la Biblioteca Privada de Palacio Apostólico, donde mantuvieron un especial dialogo.

Procedente de Polonia, Mons. Olivera, donde recorrió el Camino de las Huellas de San Juan Pablo II y también se entrevistaba con el Obispo Castrense de aquel país europeo, hoy se encuentra en la Santa Sede. Al termino de su entrevista, pudimos consultarle los detalles que trataron en el dialogo y encuentro, al respecto Mons. Santiago Olivera nos decía, “siempre es una gracia especial estar con el Santo Padre y más poder escuchar sus consejos, compartir el Ministerio, es algo muy fuerte, dos Hermanos Obispos, sucesores de los Apóstoles, pero él, con el Primado, sucesor de Pedro”.

Ampliando nos contaba, “para nosotros, que somos llamados a colaborar como Obispos por la llamada concreta del Santo Padre, en mi caso en su momento cuando Benedicto XVI me nombró Obispo Cruz del Eje, Córdoba, y en el caso de nuestro Papa Francisco, cuando me nombrado Obispo Castrense de Argentina. Ha sido un tiempo, el de ésta audiencia, muy de Gracia, el compartir las actividades Diocesanas Castrenses, haber repasado este año y medio en este Servicio, sentirme realmente alentado y confirmado para este llamado, realmente vuelvo reconfortado, agradecido”.

En su conversación el Obispo Castrense de Argentina nos informaba que pudo, “compartir bien desde el corazón las dificultades y también las alegrías que implica ser Obispo Castrense en Argentina, hablando de todas las realidades de mis fieles, de toda situación que hace a la existencia de un Obispo que acompañe a los Militares, a las Fuerzas Seguridad y a sus familias”. Su alegría por haberse encontrado con Su Santidad desbordaba, allí nos manifestaba, “regreso con aliento, con entusiasmo para seguir trabajando, como me lo ha dicho el propio Santo Padre, de continuar con la labor de este servicio, que él mismo me confió, con un corazón en paz y con una actitud verdaderamente de Padre”.

Consultado sobre, cómo notó a nuestro Papa Francisco, Mons. Santiago Olivera declaraba, “al Santo Padre lo he visto muy bien, siempre conocedor del corazón humano, el escuchar sus consejos me dieron mucha paz y mucha serenidad interior. El hablar, el ser escuchado por él, pero específicamente su incentivo, me sirven también para sostener a veces dificultades que se presentan a veces por miserias humanas, lo que implica, que este servicio de Obispo Castrense no siempre sea comprendido en la totalidad de su misión”.

En dialogo con el Pontífice, Mons. Olivera también pudo escuchar su consejo respecto de las vocaciones Sacerdotales, así lo manifestaba, “hemos podido hablar de la formación de los Seminaristas, de la Iglesia Diocesana Castrense de futuro”. Agregando, “también conversamos de otros temas variados que hacen al trabajo concreto, pero, realmente fue un encuentro muy bendecido, estoy muy contento de haber escuchado al Santo Padre, de contarle el camino recorrido y lo que estoy haciendo. Escuchar del Papa que siga, que continúe como hasta ahora en esta misión, en este Servicio es, extremadamente reconfortante y me colma de gran alegría”.

Como Delegado Episcopal para la Causa de Todos los Santos de Argentina, Mons. Olivera también pudo hablar al respecto, brindándonos además importantes noticias, así lo manifestaba, “también pude compartir y le dio por cierto muchísima alegría al Santo Padre, saber sobre el comienzo de estudio de un supuesto milagro del Siervo de Dios Enrique Shaw. El Papa manifestó una vez más su admiración por este Siervo de Dios y la importancia que tiene que pronto pueda ser puesto como modelo para los empresarios y modelo de laicos”.

Además, “hablamos de la causa de la Hna. Bernardita quien es italiana pero que perteneció a la Congregación Argentina, Hermanas Pobres Bonaerenses de San José. En mayo comienza la instrucción Diocesana de la Sierva de Dios Hna. Bernardita, quien fue tan querida por el propio Papa Francisco cuando él, en sus tiempos de Jesuita en Argentina, en San Miguel, provincia de Buenos Aires, en el noviciado era maestro de novicios”.

Mons. Santiago Olivera pudo conversar con Su Santidad de su reciente viaje a la tierra de Karol Józef Wojtyła, allí surgió algo, que de concretarse, sería maravilloso para nuestra tierra argentina, así nos lo narraba, “le conté sobre mi visita a Polonia, donde recorrí el camino de las Huellas de San Juan Pablo II, él, que en vida ha visitado tanto su tierra natal y también donde pude apreciar el valor y significado que representa para el pueblo polaco su figura. Ese valor no solo del pasado, del presente, sino lo que significa para el futuro de Polonia; allí, el Papa Francisco me dijo: ‹‹Ha sido un hombre muy de Dios, ha sido un hombre extraordinario››”.

Inmediatamente Mons. Olivera le decía al Santo Padre, “le señalé que sería muy importante que venga a nuestro país, que es muy querido, no solo por nosotros hoy, sino por el futuro, puesto que tener un Papa argentino y tan querido es significativo. Puesto que su visita, efectivamente sería un buen recuerdo para las generaciones futuras, a nuestro país, le hará mucho bien su llegada, no solo en el presente, sino al futuro de nuestra Patria”.

Revelado esto, el Obispo Castrense nos señalaba a todos, “pidámosle la Gracia a la Virgen María para que pronto pueda estar entre nosotros de visita el Santo Padre, para llegar a su pueblo, a su tierra que tanto quiere, los más sencillos, los más pobres”. Hecho público este deseo de Mons. Santiago Olivera, preguntamos si se habló de algún fecha en la agenda concreta, allí nos adelantó, “hay muchos motivos para celebrar el año próximo en nuestro país el año próximo, conmemoramos los 500 años de la Primera misa celebrada en el sur nuestra tierra Argentina.

Además evocaremos 4 siglos de la aparición de la imagen de la Virgen del Valle, el 8 de diciembre de este año, iniciamos un año Mariano nacional y particularmente la Arquidiócesis de Buenos Aires está celebrando un importante aniversario de misma”. En tal sentido, nos señalaba, “pidamos al Señor confiados por esta Gracia para el bien de nuestra Patria y como subrayo, tanto para este presente, pero también para las futuras generaciones, para que recuerden para siempre la presencia y la existencia de un Santo Padre argentino, de nuestra tierra, de nuestra gente, de nuestro pueblo”.

Antes de concluir la audiencia, el propio Santo Padre se tomo unos segundos, yendo búsqueda de algo que tenía especialmente reservado para poder sellar este cálido encuentro, característica ésta, que lo define siempre tan afectuoso. La gran sorpresa fue ver que, obsequiaba a nuestro Obispo Castrense de Argentina, y por su intermedio a toda nuestra Diócesis una medalla con la imagen de la Santísima Virgen, su especial Bendición y protección  a toda nuestro Obispado.-