Buenos Aires | La presencia de María sobrevolando nuestro cielo es un signo de cercanía a nuestro pueblo, quien recibió su protección frente a tantos temores, así lo manifestó el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera al pisar tierra en el final del vuelo junto a Ntra. Sra. de Loreto y Ntra. Sra. de Luján en la tarde de este domingo. El día en que la Santa Patrona del Ejército de los Cielos y de la Fuerza Aérea Argentina junto a la Santa Patrona de la República Argentina y de nuestra Diócesis sobrevolaron junto a nuestro Obispo, Mons. Olivera parte de nuestra Patria pidiendo por el fin de la pandemia, será recordado como una jornada histórica.
No solo para nuestra Diócesis Castrense de Argentina, sino para el país entero, pues este domingo 19 de abril, segundo domingo de Pascua, en la festividad de la Divina Misericordia, las advocaciones Marianas a bordo de un Helicóptero del Ejército Argentino recorrían la zona más afectada por el coronavirus (COVID-19). Todo inició, cuando a media mañana, arriaba a Campo de Mayo el Obispo Castrense de Argentina, acompañado por el Capellán Mayor del Ejército Argentino, Padre Eduardo Castellanos y el Rector de la Catedral Castrense, Stella Maris, Padre Diego Pereyra, todos con su respectivo tapabocas como corresponde en este tiempo de pandemia.
No llegaban solos, pues lo hicieron con las imágenes de Ntra. Sra. de Loreto y Ntra. Sra. de Luján, imagen Peregrina de la Paz, que hace 5 meses retornara a Argentina tras haber estado casi cuatro décadas en la Catedral Castrense del Reino Unido tras finalizar la Guerra de Malvinas. Ambas advocaciones permanecen en la Catedral Castrense, Stella Maris, en el barrio porteño de Retiro, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), y a raíz de esta especial misión, fueron trasladadas por nuestro Obispo Castrense de Argentina para poder concretar la misma.
En Campo de Mayo, provincia de Buenos Aires, fueron recibidos por las autoridades y efectivos de la Fuerza pertenecientes a la Agrupación de Aviación del Ejército Argentino. En la agrupación, junto a Ntra. Sra. de Loreto y Ntra. Sra. de Luján, asistieron a la presentación del itinerario de vuelo que más tarde desarrollarían por el territorio bonaerense, para así acercar la presencia de María a nuestros hermanos castrenses.
Tras la exposición, la comitiva fue trasladada hasta el B Helic Asal 601 del Ejército Argentino, en aquel sector, el Capellán Mayor del Ejército fue el encargado de trasladar la imagen de Ntra. Sra. de Loreto y el Rector de la Catedral Stella Maris, trasladó a Ntra. Sra. de Luján, ambos se dirigieron hasta el Helicóptero del Ejército Argentino que esperaba en la pista. Mientras en el horizonte bonaerense se dibujaba un cielo limpio y brillante, dejando atravesar los rayos del sol de este otoño en el mes de abril, brindando así un clima inmejorable, garantizando de esta forma la visibilidad del vuelo del itinerario asignado.
Con la presencia de ambas imágenes en la nave, fue el momento del abordaje de nuestro Obispo, Mons. Santiago Olivera quien se ubicó en uno de los extremos, a un lado de la imagen de Ntra. Sra. de Luján, y Ntra. Sra. de Loreto. La fotografía resulta emocionante, dejando atravesar tras la ventana del helicóptero el haz de luz del sol que iluminaba y realzaba las manos de Ntra. Sra. de Luján que lucen juntas, rezando y contemplando por aquella mirilla la imagen del ascenso.
Partiendo de aquel sector, su tripulación, integrada por el Capitán, Agustín González Echenique, el Teniente Piloto del Ejército, Federico Cilea, el Cabo Primero Mecánico de Aviación, Micaela Guido, el Cabo Mecánico Aviación, Franco Ojeda, el Coronel, Luis Bennardi y el Comandante de Aviación, Alexis Iván Dubowik recorrían una ruta bien detallada. En primera instancia las dependencias de Campo de Mayo, partiendo de allí, el recorrido se ubicó rumbo al cuadrante este, cruzando los partidos de Tigre, San Fernando, San Isidro, Vicente López, para ingresar al territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, bordeando el Río de la Plata. Pasando por el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, donde se encuentran nuestros hermanos de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), para luego ir a la zona de Retiro, sobrevolando el Edificio Alas (Fuerza Aérea Argentina), el Edificio Centinela (Gendarmería Nacional Argentina), el Edificio Libertad (Armada Argentina), la sede de la Diócesis Castrense de Argentina, inmediaciones de Casa Rosada, el Edificio Libertador (Ejército Argentino), el Edifico Guardacostas (Prefectura Naval), sede del Departamento Central de PFA (Policía Federal Argentina) para avanzar a la zona sur de la provincia de Buenos Aires.
En la zona sur, estuvieron volando sobre los partidos de Quilmes, La Matanza, para virar hacia el cuadrante oeste, y dirigirse por el cielo de Tres de Febrero, Morón, Moreno, Merlo y retornar nuevamente a Campo de Mayo. Durante todo el vuelo, Mons. Santiago Olivera, junto al Capellán Mayor del Ejército y el Rector de la Catedral Castrense Stella Maris, bendijeron y rezaron por nuestro pueblo argentino que se encuentra enfrentando esta pandemia de coronavirus.
Ya nuevamente en tierra, el Obispo Castrense de Argentina nos decía, “fue sin duda un vuelo muy lindo, fue muy emocionante, sobrevolar el cielo argentino, bendecir pensando en nuestro pueblo, pero especialmente en nuestros fieles. Rezando por nuestros servidores, como lo son los efectivos del Ejército Argentino que junto a las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad son quienes están atendiendo y ayudando a los más vulnerables del conurbano bonaerense y las zonas más desfavorables de CABA”.
Continuando, Mons. Olivera, nos recordaba que estamos en el Jubileo Lauretano, al respecto nos decía, “el volar alto que expresaba el Santo Padre Francisco cuando declaraba el año Jubilar Lauretano, por la celebración de los cien años de la Virgen de Loreto como Patrona del Ejército de los Cielos, literalmente era para bendecirlos, para acompañarlos, demostrando un signo de cercanía, de gratitud a nuestros hermanos servidores de la Patria. Desde el aire hemos podido bendecir todas las dependencias de Campo de Mayo, incluida también la Cárcel Militar, donde están detenidos nuestros hermanos militares y todo el territorio sobrevolado y con él, también el resto de nuestra Patria”.
Consultado por nuestra redacción sobre, qué cosas pasaron por su corazón al estar allí, sobrevolando junto a la presencia de nuestra Madre en la presencia de la Virgen de Loreto y Luján, nos decía, “es muy conmovedor sentir la presencia de la Madre, su cercanía, acompañando a sus hijos, nuestros hombres y mujeres que se encuentran al servicio de nuestros hermanos compatriotas en el territorio bonaerense. Uno recuerda a la Virgen, que estando al pie de la Cruz de su Hijo, recibe allí, ese testamento de Él, el de ser Madre de sus discípulos queridos, de Juan y en él, todos nosotros”.
Continuando, explicaba, “María tomó muy enserio el ser Madre, y esa actitud se va manifestando a lo largo de la historia, de los tiempos, con las distintas culturas, con las distintas razas, en las situaciones más especiales Ella se encarga de estar siempre presente”. Respecto del por qué la presencia de las dos advocaciones en el vuelo, el Obispo Castrense de Argentina, declaraba, “María, nuestra Madre de Loreto, hace cien años fue proclamada patrona de la Fuerza Aérea y de todo los que vuelan.
En tal sentido, el Santo Padre Francisco, nos regaló el Jubileo Lauretano por este primer siglo y nos invitaba a que vuelen alto, por eso la imagen de la Virgen de Loreto estuvo presente en esta misión. Para que Ella, en este año Jubilar, este cerca de nuestros hermanos, que María acompañe a sus hijos, en particular a nuestros servidores del Ejército que están cumpliendo sus tareas en la región del conurbano bonaerense”.
Avanzando, agregaba, “también nos acompañó la Virgen de Luján, Patrona de nuestra Diócesis Castrense de Argentina y de nuestra Patria Argentina, pero en esta advocación que tiene de particular, ser quien acompañó a nuestros hermanos en Malvinas. Fue una experiencia muy linda, entre nuestros fieles y también del pueblo argentino, la gente que sintió desde el aire la protección de nuestra Madre frente a tantos temores, a tantas angustias, a esto que estamos viviendo y nos estamos preparando para más, pero con la confianza de que el Señor nos va a proteger y que la Virgen va a cuidar a sus hijos”.
Finalmente, Mons. Santiago Olivera, antes de dejar la zona de Campo de Mayo, en el final de esta misión, nos resumía, “hemos visto un signo de la cercanía de nuestra Madre, recibiendo su protección y amor. No quiero retirarme, sin antes gradecer al Ejército Argentino y a nuestra Diócesis quienes están al servicio, agradeciendo especialmente a todos quienes colaboraron para que hayamos podido realizar este vuelo, el cual es significativo pero también representativo, del querer estar en toda la Argentina”.-
Gracias Monseñor x esta iniciativa,nuestras fuerzas necesitan que los acompañemos mucho con nuestra oración,y que hermosura hoy en el día de Jesús Misericordioso,Nuestra Madre la Virgen sobre volando x los lugares donde ellos están en sus puestos.gracias nuevamente Bendiciones.
Gracias Señor, Virgen de Lujan y de Loreto ,rueguen por nosotros.Amén
Desperté para mí sorpresa leí Toto el itinerario, sobrevolando cielo Argentino, gracias por ayudarnos , a seguir rezando y seguir con Fe inquebrantable, hacia Nuestro creador, juntos a las vírgenes de Loreto, de Luján patrona de Argentina,Dios Bendiga a todos los e integrante de este Bendecido Vuelo, soy persona mayor viuda , vivo sola, , con mucha fe, quizás no tanta como debiera. Abrazos en Cristo.
Estamos muy agradecidos, pienso que si bien no está mencionada nuestra ciudad, los cielos son argentinos y yo vivo bajo del. Gracias, todos los días rezo por los miembros de la comunidad sanitaria, de fuerzas de seguridad y mi familia, entera, amigos, vecinos en fin como el vuelo quiero que estemos todos libres de esta pandemia, o nos afe te lo.mas leve posible
Me parece muy consolador la mirada de María Santisima en esta pandemia:acompañar,consolar,curar,santificar y estar cercana.Ella puede tocar el corazón de Dios pero nos necesita conoracion y pacificando la convivencia familiar .Ella viendo a su pueblo.obrara según la voluntad de Dios.