Mons. Olivera | Recordar el 117° Aniversario de la presencia argentina en la Antártida nos llena de orgullo, sabiendo que no es sólo el pasado, sino que es un activo por presente, la síntesis se desprende del mensaje compartido por el Obispo Castrense de Argentina, al evocar la fecha Patria. El 22 de febrero de 1904, se izaba nuestro Pabellón Nacional en la Base Orcadas, de aquel momento, han transcurrido 117 años, recordando, además, que se han cumplido ya, 47 años de la sanción de la ley nacional, 20.977/74, que instituye que cada 22 de febrero, se conmemoraría el Día de la Antártida Argentina.

La ley, sancionada el 26 de noviembre de 1974, recuerda aquel hecho histórico nacional, donde nuestros efectivos de la Fuerzas Armadas enarbolaban nuestra Bandera Nacional en la Base Orcadas. Es destacar, que nuestro país fue la primera nación en marcar permanencia ininterrumpida el continente blanco, subrayando que durante los primeros 40 años fue la única del mundo en cumplirlo.

En tal sentido, Mons. Santiago Olivera nos decía, “recordar el pasado, en este caso concreto de nuestra Antártida, es decir, de la presencia argentina en la Antártida, nos llena de orgullo, también de saber que no es sólo del pasado, sino que es un activo presente. Como Obispo Diocesano también me llena de alegría, no solo que mis fieles, el pueblo que se me ha confiado de las fuerzas armadas y que están presentes allí en la Antártida, sino también lo hacen en varias oportunidades con sus familias haciendo presencia, custodiando el continente blanco.

También me llena de alegría saber que Capellanes, Sacerdotes, la Iglesia este allí también presente, acompañando la vida espiritual de estos hombres que sin duda están haciendo Patria. Nos llena mucha alegría el trabajo de los Capellanes en este caso concreto, del actual Padre Santiago García del Hoyo que está allí, haciendo la campaña de verano desde el primero de diciembre de 2020, teniendo previsto su regreso para fines de marzo del presente año.

Como Iglesia Diocesana, damos gracias de la posibilidad de acompañar, porque en este servicio concreto, se manifiesta la realidad y la necesidad de una presencia castrense. Que no solo anime y sostenga espiritualmente, sino también sea presencia Eclesial en nuestros lugares y en nuestra basta tierra argentina”.-