Mons. Olivera | Toda palabra de Dios para nosotros, siempre debe ser una invitación a dejarnos transformar, dejarnos tocar, las palabras las compartía el Obispo Castrense de Argentina durante la Homilía compartida en Santa Misa en honor a San Mateo, Patrono de la intendencia, de Prefectura Naval Argentina (PNA). Celebrada en la mañana del 21 de septiembre en la Iglesia Catedral Castrense, Stella Maris, en barrio porteño de Retiro, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Presidió la Santa Misa, Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina, concelebraron, el Vicario General, Mons. Gustavo Acuña, el Capellán Mayor de PSA, Padre Rubén Bonacina, el Rector de la Catedral Castrense, Padre Diego Pereyra y el Capellán, Padre Darío Verón y el Capellán Padre Roberto Forte. Asistieron autoridades de Prefectura Naval Argentina, Prefectos y fieles castrenses.
Recordemos que, esta es la primera celebración en el ámbito de nuestra Diócesis de San Mateo, Apóstol y Evangelista, como Patrono de los Servicios de Intendencia de la PNA. Hace poco menos de un año, el 29 de octubre de 2020, el Obispo, firmaba el Decreto OCA N°061/20, instituyendo su patronazgo y señalando que cada 21 de septiembre, se celebraría su fiesta.
En la Homilía, Mons. Santiago nos decía sobre el Santo Patrono, Mateo, “tal como lo decíamos en la oración Colecta, <<de publicano, se convirtió en Apóstol>>, esta pronta respuesta a Jesús de seguirlo. Y los textos del Evangelio y la primera lectura, del Apóstol Pablo, nos ayuda para disponer el corazón, para levantarnos, para movilizarnos.
Porque toda palabra de Dios para nosotros, siempre debe ser una invitación a dejarnos transformar, dejarnos tocar, dejarnos convertir”. Continuando, agregó, “todos nosotros hemos decidido una vocación, llamada concretamente a la vida, y concretamente también por ser hombres y mujeres de fe, la llamada al seguimiento de Jesús. Por lo tanto, esta exhortación del Apóstol Pablo nos viene bien siempre a cada uno”.
Mons. Olivera pedía que prestemos atención, “Jesús, pasa por nuestra realidad, como le sucedió a Mateo que lo encuentra en su trabajo diario, en su mesa, en su oficina podríamos decir, pasa el Señor, lo mira con amor y lo llama a vivir a una vida más plena, más digna que es abrazar el Evangelio. También a nosotros, en nuestra propia vida, en nuestra realidad, en algún momento puede llamarnos el Señor para que lo sigamos, para que nos dejemos tocar y transformar, para que podamos dejar el hombre viejo, criterios que no son del Evangelio y rápidamente asumir los pasos de Jesús”.
Continuando, el Obispo recordó, “aquí, en esta Iglesia Catedral, tenemos al Santo Cura Brochero, Patrono del Clero de la Argentina, él imitando a su Maestro, imitando a Jesús, visitaba todo el rancherío, a los más pobres, los más perdidos, a la que calificaban como gente de mala vida. Y ante la crítica de esta acción suya de ir a ellos, el Santo Cura les respondía, <<la culpa la tiene Jesucristo, porque él vino para los pecadores, para los enfermos, para los más necesitados>>”.
Profundizando, entonces, agregó, “el texto del Evangelio de hoy es aquello que plasmó nuestro Santo José Gabriel del Rosario Brochero y aquello que nosotros tenemos que plasmar en nuestra propia vida. Primero sentir que el Señor vino para nosotros.
¿Quién de nosotros no se siente pobre, frágil y pecador? ¿Quién de nosotros no experimenta muchas veces ser aquel que no queremos? ¿Quién de nosotros, confrontando nuestra vida con el Evangelio, no nos sentimos más en deuda? Y cuanto nos consuela saber que es palabra de Dios, que no, son los sanos los que tienen necesidad del médico sino los enfermos.”
Ahondando esto último, Mons. Santiago señalaba, “cuanto nos consuela saber que es palabra de Dios, que no, son los sanos los que tienen necesidad del médico sino los enfermos. Nos da consuelo, también nos da mandato, tarea para el hogar, nos da ese desafío de tener siempre una actitud que confíe en la posible conversión del hermano. Nos da una misión que es llevar el Evangelio a aquellos más alejados”.
Finalizando, el Obispo Castrense, nos pedía, “rezar por aquellos que son como más referentes de nuestro país, como lo son nuestros dirigentes, el mundo de la cultura y tantos otros, porque el Señor puede tocar corazones y transformarlos. Renovemos también nuestros deseos, ya que Mateo es Apóstol y Evangelista, volver a los Evangelios, meditarlos, rumiarlos para poder encarnarlos, porque conociendo los Evangelios, conocemos más a Jesús”.-
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