Mons. Olivera | La Virgen de Loreto que nos habla desde el aire y nosotros la invocamos como Patrona, nos invita a aterrizar con los pies concretos de nuestra fidelidad de cada día al proyecto de Dios, así lo señaló el Obispo Castrense de Argentina al compartir la Homilía durante la Santa Misa de acción de Gracia por la Solemnidad de la Patrona de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) y las Fuerzas Aeronáuticas (10 de diciembre). Celebrada en la mañana del jueves 15 de agosto, en la Catedral Castrense Stella Maris, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde participó el Subjefe del Estado Mayor General de FAA, Brigadier Mayor Hugo E. Schaub, autoridades y efectivos de la Aviación del Ejército Argentino, Aviación Naval (Armada Argentina), Aviación de GNA (Gendarmería Nacional Argentina), Aviación de PNA (Prefectura Naval Argentina) y Aviación de PFA (Policía Federal Argentina).
Presidió la Santa Misa, el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, concelebraron el Vicario General, Mons. Gustavo Acuña, el Capellán Mayor de la Armada Argentina y Canciller, Padre Francisco Rostom Maderna, el Capellán Mayor de la FAA, Padre César Tauro, el Capellán Mayor de GNA, Padre Jorge Massut, el Capellán Mayor de PSA, Padre Rubén Bonacina y Capellanes Castrense de la FAA. Luego del saludo a los presentes, Mons. Santiago decía en la Homilía, “(…) me llena de alegría ver que todos nosotros estemos reunidos para hacer realidad, la misma profecía de María que, <<las generaciones, me llamarán Feliz>>.
La proclamamos feliz justamente, por haber sido la mujer dócil al proyecto de Dios, proyecto difícil como sabemos de ser la Madre de Dios. Este misterio el cual queda desconcertada María y se pregunta cómo puede pasar esto, y al escuchar la explicación del Ángel, Ella se adhiere con docilidad, con humildad, con prontitud a lo que Dios le pide, <<yo soy la servidora del Señor>>”.
Continuando, el Obispo señaló, “siempre poner nuestra mirada en la Virgen debe suscitar en nosotros, una especial admiración, no por la grandeza, justamente porque Dios hizo en Ella obras grandes, pero sí por su sencillez, su pequeñez y humildad (…)”. Agregando en otro tramo sobre la Madre, “Ella, se encarga a lo largo de todos los tiempos, también a lo largo y ancho del mundo, de manifestarnos su amor y ternura de Madre. Cuando vemos una imagen de la Virgen, cuando la exponemos a la pública veneración, debemos reconocer su cercanía, reconociendo además su plan, que no es personal, sino es el plan de Dios, y también esa invitación que nos hace María de escuchar, seguir y hacer lo que su Hijo Jesús nos diga”.
Mons. Olivera recordaba también, “María que es Patrona de la Aeronáutica, nos invita a pensar con los pies en la tierra, veneramos la Santa Casa allí en Loreto, justamente porque allí comenzó la historia. Porque allí, la Virgen dócilmente ante el pedido del Ángel del plan de Dios dijo, <<que se cumpla como has dicho>>, allí en esa casa donde vivió Jesús, María y José”.
Profundizando, decía sobre la Santa Casa, “esta casa que nos invita a pensar en la encarnación, y que también nos convoca a pensar en el amor de Dios, porque la encarnación es respuesta amorosa al hombre y mujer concreto del amor de Dios, <<tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo para salvarnos>>”. En otro párrafo, Mons. Santiago destacaba, “qué bueno que podamos reunirnos como Fuerza a celebrar, que públicamente podamos agradecer el Sí de la Virgen, que podamos manifestar la alegría de tenerla como Patrona y de reconocerla. A veces duele cuando se hace silencio, o se oculta, o por ideologías, por miradas torpes o pensamientos equivocados”.
El Obispo Castrense, dijo, además, “(…) la Virgen de Loreto que nos habla por el aire y nosotros la invocamos como Patrona, nos invita a aterrizar con los pies concretos de nuestra fidelidad de cada día al proyecto de Dios, de responder al proyecto del Señor. De responder a lo que Dios nos pide, de cómo poder contemplar aquella Casa, que es la casa de la fidelidad, la casa del Sí, la casa de la disponibilidad, la casa de la escucha, la casa del silencio, la casa de la absoluta primacía de Dios”.
Finalizando la Homilía, Mons. Olivera expresó, “ponemos bajo el amparo de María a toda la Fuerza Aérea Argentina y a todos los que tienen a la Virgen de Loreto como Patrona, nuestras familias, los pasados, los que están, los que vendrán este manto tierno de María. Que siempre su presencia humilde y sencilla de mujer nos recuerde el amor de Dios, nos recuerde nuestro servicio, nos recuerde esta fidelidad que cada día nosotros tenemos que tener, justamente cuando contemplándola a Ella y poniéndonos bajo su amparo, también nos invita a mirar el Sí que logró por la encarnación, pero el sí que cada uno tiene que renovar cada día en su propia vida”.
Consagración a Nuestra Señora de Loreto
Señora y Madre nuestra, Virgen Santísima de Loreto:
Queremos hoy con un corazón agradecido, renovar nuestra consagración a Ti como Reina y Madre. Sabiendo que donde eres obsequiada con sencilla y diligente piedad, no puede fallar la esperanza de la salvación.
Solo bajo Tu amparo, podremos sostener un ejercicio responsable de nuestra libertad, y a través de la fe disponer nuestro entendimiento para asentir a la verdad divina.
Préstanos tu entereza de Reina y tu auxilio de Madre, para sostener con lealtad y sin desfallecer, los nobles valores e ideales que inspiraron hace 40 años a nuestros héroes de Malvinas, especialmente a los que hoy tienes en tu divina presencia.
Que ellos sigan siendo modelo a seguir de ese inquebrantable compromiso con los fines más elevados. No solo en cada ceremonia sino también en nuestra vida cotidiana.
Sean nuestro precursores y héroes, el ejemplo y guía para los jóvenes y generaciones futuras que quieran integrar nuestras filas, honrándose sus nombres con orgullo y respeto.
Virgen Madre de Loreto, en este día y al pie del altar de Tu Hijo, te invocamos para darte gracias por todos los beneficios recibidos, por nuestra Patria, por nuestra institución, por nosotros mismos y nuestras familias.
Protégenos bajo tu mano a todos, los que estuvieron, los que han sido llamados por nuestro Señor a los que estamos y a los que vendrán.
Se para nosotros intercesora del perdón y acepta nuestras suplicas por nuestra institución y por todo el pueblo de la Nación Argentina.
Madre nuestra, con espíritu filial y confiándonos a tu gobierno, suplicamos que nos ayudes a seguir poniendo nuestros mejores empeños, para cumplir con el deber diario, para seguir edificando nuestra querida Fuerza y nuestra y nuestra Patria.
Amén.
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