Siempre es una riqueza y una alegría muy grande, juntarnos, animarnos e iluminarnos con la vida de tantos hombres y mujeres de nuestra historia, así lo expresaba el Delegado Episcopal para las Causas de los Santos y Obispo Castrense de Argentina, Mos. Santiago Olivera al concluir el encuentro anual de la Delegación Episcopal que preside. Tal como se había anunciado, en la tarde del jueves 21 de septiembre, en la sede del Episcopado Argentino en el Barrio de Retiro, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se reunieron los distintos referentes de cada una de las causas que en nuestro país se van acompañando, según los casos, los procesos de beatificación y canonización.

La reunión, que inició con la oración y palabras de Mons. Santiago, daba paso a los expositores invitados el Pbro. Dr. Ariel Busso, y la Lic. Geraldine Mackintosh, quienes desarrollaron sobre «La implicancia pastoral de las Causas de los Santos». Al concluir el encuentro con la celebración Eucarística, Mons. Olivera dialogaba con nuestra redacción, donde subrayaba, “en nuestro Obispado Castrense tenemos tres hombres que se encuentran en el camino a la santidad, Enrique Shaw, Manuel Pascual Ferrín y Argentino del Valle Larrabure, ellos han sido de nuestra familia diocesana”.

El Venerable Siervo de Dios, Enrique Shaw perteneció a la Armada Argentina, el Siervo de Dios, Manuel P. Ferrín fue Suboficial de la Armada Argentina en Puerto Belgrano y el Siervo de Dios, Coronel Argentino del Valle Larrabure perteneció al Ejército Argentino. Continuando, el Delegado Episcopal decía sobre el encuentro de ayer, “siempre es una riqueza y una alegría muy grande, juntarnos, animarnos e iluminarnos con la vida de tantos hombres y mujeres de nuestra historia y mucho de ellos de la reciente historia argentina.

Ellos nos invitan a vivir la santidad, a desearla y a descubrir que realmente es la vocación a la cual hemos sido llamados por el bautismo”. Finalizando, el Obispo reflexionaba, “siempre hace eco en mi corazón las palabras de San Juan Pablo II cuando piensa la santidad como una urgencia pastoral y nos decía, que cuando se nos pregunta: ¿quieres recibir el bautismo? es lo mismo que preguntar: ¿quieres ser santo?”-