Mons. Olivera | Que toda nuestra vida sea por Cristo, con Cristo y en Cristo, seamos trabajadores incansables, para ser presencia del Reino de Dios, la síntesis se desprende de la Homilía compartida por el Obispo Castrense de Argentina, al presidir la Santa Misa en la Capilla Cristo Rey, en Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo Nacional. A media mañana del viernes 24 de noviembre, Mons. Santiago Olivera, arribaba a Balcarse 50, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) acompañado por el Vicario General, Mons. Gustavo Acuña y el Diácono, Luis Villafañe siendo recibidos por el Segundo Jefe de Casa Militar, Teniente Coronel Rovira, el Edecán del Sr. Presidente, Oficial del Ejército Argentino, el Capellán, Padre Charvel Makhlouf, efectivos de las Fuerzas y empleados de Presidencia.
Luego de los saludos, se trasladó hasta la Capilla Cristo Rey, donde presidió la Santa Misa en marco de su Fiesta Patronal, en la Homilía, el Obispo decía, “en el texto del Evangelio de hoy, Jesús se identifica con los pobres, con los necesitados, con los perseguidos. Al leerlo, vemos como contrasta todo esto con los comentarios de un sacerdote que ha dicho, que no se acerquen a buscar alimentos aquel que ha votado a tal o cual candidato.
Nuestro pueblo entiende que ese no es el camino del Evangelio, que esa mirada, la del sacerdote en cuestión, es una mirada más bien ideológica. Las ideologías siempre ciegan.
El Evangelio no pone reparos y recibe a todos, Jesús es categórico y contundente en el texto de este Domingo de Cristo Rey, <<tuve hambre, me diste de comer, estuve preso y me viniste a ver, tuve sed, y me diste de beber, estuve enfermo, y me viniste a visitar, (…)>>. Como vemos Jesús se identifica con el necesitado sin preguntar ninguna condición, ni documentos ni país, a todos recibe Jesús, y nosotros tenemos que ser siempre así, recibir así a todos.
Cómo he dicho en alguna de las frases compartidas en el libro Palabras para el Camino, <<siempre es importante objetivar, porque nos serena y nos hace ver con equilibrio. Demasiada subjetividad puede segarnos>>, quizás esto le ha pasado al sacerdote que es noticia en la prensa.
Continuando, agregó Mons. Santiago, “Jesús recibe siempre, no pregunta nunca a nadie por el carnet de identidad, invita siempre a ir a Él, los que están agobiados, afligidos, necesitados y se identifica. Cristo es presencia real en el pobre”.
Completando, el Obispo Castrense de Argentina, señaló, “por lo tanto, también tenemos que pedirle al Señor que nos haga vivir los valores del Reino. En cada Padre Nuestro decimos, <<venga a nosotros Tu Reino>>, el Renio de la Verdad, de la Justicia, de la Transparencia del Perdón, el Reino del Amor, a eso estamos convocados. Que toda nuestra vida sea por Cristo, con Cristo y en Cristo para que nuestra oración sincera de cada Padre Nuestro nos ponga en trabajadores incansables, para ser presencia del Reino de Dios en nuestras familias, en nuestro trabajo en nuestras Fuerzas Armadas, Fuerzas Federales de Seguridad, en nuestra Patria, Venga a nosotros tu Reino”.
Antes de concluir la Eucaristía, Mons. Olivera rezó junto a los fieles la Oración por la Patria, en ese momento decía, “rezamos por el gobierno que concluye y por el que vendrá, rezamos también por el Santo Padre Francisco. Damos gracias por el testimonio y ejemplo del Papa, un Pastor cercano a su pueblo, un Padre que Dios quiera también, que sus palabras y fundamentalmente sus obras, ilumine el obrar de muchos de nosotros”.
Al concluir la Misa, el Obispo hablaba con nuestra redacción, ampliando un poco más sobre sus palabras compartidas en la Homilía, esto, decía, “he recibido varias consultas respecto de mi opinión sobre los dichos de este sacerdote que ha sido foco de varias notas periodísticas. Al respecto les digo, es de sentido común, de sentido eclesial que la Iglesia respeta la amplitud.
Jesucristo es el Buen Pastor. Nosotros debemos ser Pastores para todos, no somos curas ni obispos militantes de una facción política, somos Padres de todos. De por sí se cae todo aquello que dice este sacerdote, y esta es una apreciación personal, aunque puede haber algunos más que lo puedan seguir, pero no es ni la voz de la Iglesia, ni la doctrina social de la Iglesia, ni la enseñanza de la Iglesia lo que él señala, porque el Sacerdote es Padre de todos. El Señor hace llover la lluvia sobre buenos y malos”, concluyó Mons. Olivera.-
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