MONS. OLIVERA | Damos gracias a Dios porque hemos sentido que bendecíamos a nuestros fieles, damos gracias por el servicio que hacían en tiempos del COVID, las palabras del Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad fueron compartidas al recordar el quinto aniversario de aquel sobrevuelo hecho junto a las imágenes de Ntra. Sra. de Luján Malvinera y Ntra. Sra de Loreto. Fue en la jornada de 19 de abril de 2020, cuando acompañado por el Capellán Mayor del Ejército, Padre Eduardo Castellanos, el Capellán, Padre Diego Pereyra y personal de aviación del Ejército Argentino abordaban un helicóptero de la Fuerza.
En aquel momento, Mons. Santiago decía, “la presencia de nuestra Madre de Luján, la misma imagen que acaba de regresar al país y que estuviera en Malvinas en 1982, nos emocionó a todos, uno de los efectivos me decía, la Virgen estuvo en las dos Guerras junto a nosotros, en Malvinas y ahora contra la pandemia. También nos acompañó la imagen de la Virgen de Loreto, puesto que estamos en su año Jubilar, se cumplen cien años de ser Patrona de la aviación y el Ejército Argentino tiene también una agrupación de la aviación”.
Al cumplirse cinco años de aquel momento, en diálogo con nuestra redacción, Mons. Olivera nos dijo, “ese día, sobrevolamos en un helicóptero del Ejército Argentino parte del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) y el gran Buenos Aires con las imágenes de Ntra. Sra. de Luján Malvinera y Ntra. Sra. de Loreto cuando estábamos atravesando ese difícil tiempo del COVID. Partiendo desde Campo de Mayo, volamos sobre la zona donde estaban instalados en aquel entonces los centros de asistencia COVID de campaña para colaborar con el resto sistema de Hospitales que atendieron a los enfermos”.
Haciendo memoria de aquel tiempo que el mundo debió atravesar ante una enfermedad que puso a prueba a la humanidad, el Obispo nos compartió cómo se vivió todo aquello desde la misión sacerdotal. Así, lo explicaba, “en aquel momento, recuerdo que les había hablado a nuestros Capellanes que se hablaba de una guerra contra el COVID, y como tal, nosotros, los sacerdotes estábamos preparados para acompañar a nuestros fieles. En este sentido, muchos de nuestros sacerdotes estuvieron allí, cercanos de la gente que más estaba sufriendo y padeciendo, fundamentalmente acompañando sacerdotalmente, confesando, dando la sagrada Comunión, la unción de los enfermos”.
En el final de su comunicación, Mons. Santiago nos compartió, “damos gracias a Dios porque hemos sentido bendecíamos a nuestros fieles y damos gracias por el servicio que hacían, es bueno recordar estos cinco años que pare increíble que nos haya toca vivir en la historia nuestra, pero así fue. Renovamos nuestra oración por aquellos que han perdido un ser querido, rezamos por el alma de todos aquellos que han partido y renovamos una fraterna bendición a todo nuestro Obispado Castrense y a todo nuestro pueblo”. –



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