BUENOS AIRES | Fue coronada, entronizada y bendecida la Virgen del Carmen Patrona y Generala del Ejército de los Andes en la Capilla del CMN (Colegio Militar de la Nación) por Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad de Argentina, fue en la tarde del 15 de agosto, en la Solemnidad de la Asunción de María. El Obispo, respondiendo a la solicitud del Sr. Director del Colegio Militar de la Nación (CMN), General de Brigada, Alejandro Liberatori presidía la celebración donde participaron, efectivos y cadetes de la institución en la ciudad de El Palomar, provincia de Buenos Aires.

Evocando aquel 5 de enero de 1817, donde en una gran ceremonia frente a la Iglesia San Francisco de Mendoza, donde el Padre de la Patria y Libertador de América, el Gral. San Martín hacía formar al Ejército de los Andes y nombra a Nuestra Señora del Carmen como generala de su ejército y le entrega su bastón de mando hacía el especial pedido, los integrantes del Colegio Militar de la Nación, formaron en la Plaza Mayor para rendir honor a nuestra Madre. Presidió la Santa Misa, Mons. Santiago Olivera, concelebraron el Capellán Mayor del Ejército Argentino, Padre Eduardo Castellanos, el Rector de la Catedral Castrense, Stella Maris, Padre Diego Pereyra y el Capellán del CMN, Padre Santiago García del Hoyo, participaron Director del Colegio CMN, General de Brigada, Alejandro Liberatori, directivos, personal de educación, efectivos del Ejército Argentino y Cadetes.

Luego de la celebración Eucarística, los presentes partieron en procesión junto a Ntra. Sra. del Carmen, desde la Plaza de Armas hasta la Capilla del Colegio Militar de la Nación (CMN). En el DECRETO OCA 075/24, donde Mons. Santiago dispuso la coronación canónica, entronización y bendición de la imagen, leemos, “las imágenes de la Santísima Virgen María se les tributa peculiar veneración adornando la cabeza de la augusta Madre de Dios, y si es el caso, también la de su Hijo, con una corona real. Con esta celebración los fieles confiesan que la bienaventurada Virgen María fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial y que con toda razón se la debe tener e invocar como a Reina, ya que es Madre de Cristo, Rey del universo, y asociada a Aquél que con su preciosa sangre adquirió en herencia todas las naciones”.-