Buenos Aires | Misa de inicio Pastoral de la Parroquia Stella Maris en Puerto Belgrano, fue el último sábado 11 de febrero y su nuevo Párroco es el Capellán, Padre Luis Toya. El Obispo Castrense de Argentina llegaba acompañado por el Capellán Mayor de la Armada Argentina, Padre Francisco Rostom Maderna y el Rector de la Catedral Castrense, Stella Maris, Padre Diego Pereyra.
Presidió la Santa Misa, en la Parroquia Stella Maris, el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, concelebraron el Capellán Mayor de la Armada, el Rector de la Catedral Castrense, Stella Maris, los Capellanes Castrenses, Padre José Luis Toya, Padre Pablo Caballero Karanik, Padre Walter Portells y el Padre Eduardo Fisher. En sus palabras compartidas, Mons. Santiago recordó la misión de nuestra diócesis, y, la importancia de la presencia – del capellán- a sabiendas que “la presencia es el primer acto de amor”.
Así mismo, el Obispo, animó al Padre José Luis a continuar con la misión evangelizadora y la apertura para seguir generando nuevos espacios de evangelización, destacó también su disponibilidad en aceptar esta misión, “cual soldado que no pregunta a qué guerra quiere ir”. Sobre esto último, el Obispo también, recordó que, “los fieles de la diócesis, de algún modo, moldean el corazón del sacerdote”.
En la Homilía, Mons. Santiago, agradeció la labor del Padre Pablo Caballero Karanik, Párroco saliente, contándonos que será enviado a la Fragata ARA Libertad. Además, el Obispo Castrense, recordaba que la celebración que, si bien era vísperas del Domingo, era también en aquella jornada, el día de la Virgen de Lourdes, subrayando a los feligreses, “del consuelo que da la presencia de la Madre y aquellas palabras suyas que nos incentivan a hacer lo que Jesús nos dice”.
Durante su visita pastoral a aquella región, el mismo sábado durante el día, el Obispo pudo visitar la Base Naval Puerto Belgrano, donde mantuvo encuentros de diálogo y fraternidad con los sacerdotes que se encuentran en el lugar, compartiendo de modo ameno el andar del servicio pastoral en esa porción de nuestra diócesis. Además, Mons. Santiago pudo encontrarse con los distintos jefes de la base de la Armada Argentina, quienes le manifestaron su amable hospitalidad y disponibilidad, adhiriendo y respaldando las distintas actividades pastorales que se programen.
Continuando, el Obispo Castrense de Argentina junto al Padre Diego Pereyra (también Vicerrector del Seminario Castrense Diocesano) y la Hna. Cecilia Imbrogno OVC, pudieron reunirse y compartir con miembros de la comunidad lo que refiere a la Lectio Divino, que lleva adelante la Hna. Cecilia. En aquella reunión, se planteó la posibilidad de que la misma se replique en la Parroquia Stella Maris, logrando allí el propósito de poder desplegarla.
Es importante también señalar que, para seguir fomentando la Obra de las Vocaciones Sacerdotales y fortalecer lo que se viene haciendo e ir gestando la Obra para la oración y la ayuda en favor de nuestro Seminario Diocesano se propuso efectuar alguna actividad en aquella región. Esta iniciativa, gozó de una afectuosa recepción y se quedó con el propósito de poder realizar alguna actividad vocacional, en torno a la recepción de la Admisión hacia el diaconado permanente de Antonio Shugt, quien forma parte de dicha comunidad.
El día domingo 12 de febrero, Mons. Olivera presidió la Santa Misa en la Capilla del Hospital Naval, concelebraron, el Capellán Mayor de la Armada, Padre Rostom Maderna y los Capellanes Padre José Luis Toya y el Padre Pablo Caballero Karanik, participaron las Hermanas de Caridad de Santa María, quienes prestan aquel nosocomio castrense su servicio y llevan adelante la invalorable misión de acompañar, asistir y fortalecer a los enfermos y a sus familias también asistieron fieles castrenses. Las Hermanas cumplen, este año, diez años de presencia en ese destino, motivo de mucha alegría y gratitud por todo el bien que hacen.
En la homilía compartida por el obispo señalaba, “la plenitud de la Ley, pasa por encarnar el modo de amar de Dios, ese será siempre el gran desafío, el amor de Dios y a los hermanos, como la síntesis de la Ley. Para ello, la capacidad de discernir entre lo que nos propone el Tentador y la propuesta de Jesús: ante el deseo de querer hacer el bien, pero hacemos el mal, según la expresión de San Pablo.
Por eso pedimos y ahondamos en experimentar y expresar el amor de Dios. Un Dios que no se quedó en que habíamos pecado, sino en que ´tanto amó al mundo que nos dio a su Hijo para salvarnos´. Un Dios que no ama ´por tiempo´, sino que nos ama hasta el extremo, nos ama siempre. Pedimos amar como ama Dios y vivir la hondura y la exigencia del Evangelio”.
En final, y antes de emprender su retorno a CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) Mons. Santiago, reunirse con las Hermanas y un grupo de colaboradores que integran la pastoral de la salud. En aquel encuentro, rodeados de una ambiente fraterno y cálido, el Obispo pudo dialogar con ellos, escucharlos y alentarlos en su misión.-
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