CABA | Haz, Señor, que cada prefecturiano, siguiendo a tu Hijo Jesús, y considerando los ejemplos de San Juan de Capistrano, lleguen a la medida de Cristo en su plenitud, así lo pidió el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera al entronizar la imagen del Santo Patrono de los Capellanes, en la Capellanía Mayor de la Prefectura Naval Argentina (PNA). Fue en la mañana del miércoles 2 de agosto en el edificio Guardacostas, sede la Fuerza Federal de Seguridad ubicado en el barrio porteño de Puerto Madero, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
El Obispo llegó acompañado por el Vicario General, Mons. Gustavo Acuña, el Rector de la Catedral Castrense, Padre Diego Pereyra, siendo recibido por el Capellán Mayor de PNA, Padre Diego Tibaldo y el Capellán Auxiliar, Padre Gustavo Ercolino y autoridades de PNA. Participaron de rito de entronización el Director General de Administración y Logística, Prefecto General (P.G.) Hugo Raúl García, el Director de Inspectoría General, P.G. Víctor Daniel Chesini, el Director General de Recursos Humanos, P.G. Marcelo Gerardo Kummer, el Director de Bienestar, P.G. Alejandro Paulo Annichinni, el Director Administración Financiera, P.G César Aníbal Moreno, el Jefe Departamento Bienestar, P.M. Adrián Gustavo Balderramos, Jefe División Seguros, Prefecto Alejandro Omar Ledesma y efectivos de la Fuerza.
Es importante recordar, que el pasado 5 de abril, en la celebración de la Santa Misa Crismal, Mons. Santiago hacía entrega a cada uno de los Capellanes Mayores de las Fuerzas Amadas y Fuerzas Federales de Seguridad la imagen pintada por el artista, Rafael Guerrero de San Juan de Capistrano, para que ellas fueran entronizadas en sus Capellanías. En la mañana de hoy, el Obispo al momento de entronizar y bendecir la imagen, decía, “la madre Iglesia, al exponer a la pública veneración las imágenes de los santos, espera de nosotros, sobre todo, que, al mirar las imágenes de los que han seguido a Cristo con fidelidad, andemos en busca de la Ciudad futura, del puerto final, el de la bienaventuranza eterna, y al mismo tiempo aprendamos cuál es el camino, el derrotero para llegar con seguridad a la plena unión con Cristo (…)”.
Agregando en otro fragmento de sus palabras, “los santos son faros, son luz que iluminan el camino hacia la ciudad del cielo, nuestra Patria definitiva. Te glorificamos, Señor, porque llenaste con los dones del Espíritu a San Juan de Capistrano, en cuya veneración hemos hecho pintar esta imagen. Él respondió ante la amenaza al cristianismo y la cultura de su tiempo. Ganó muchas batallas, la más importante fue la victoria de las almas para Dios”.
Completando, Mons. Olivera pedía, “haz, Señor, que cada prefecturiano, siguiendo las huellas de tu Hijo Jesús, y considerando los ejemplos de San Juan de Capistrano, lleguen al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. Que tanto los capellanes, de los que San Juan de Capistrano es su Patrono, como cuantos a él acudan con fe, proclamen el Evangelio con su palabra y su ejemplo, dispuestos sin miedo a derramar su sangre por él (…)”.-
A continuación, compartimos en forma completa las palabras de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina:
Entronización del cuadro con la imagen de San Juan de Capistrano
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al disponernos, queridos hermanos, a celebrar este rito de entronización, de este cuadro con la imagen de San Juan de Capistrano, conviene que, ante todo, preparemos nuestro espíritu para entender lo que significa esta celebración.
La madre Iglesia, al exponer a la pública veneración las imágenes de los santos, espera de nosotros, sobre todo, que, al mirar las imágenes de los que han seguido a Cristo con fidelidad, andemos en busca de la Ciudad futura, del puerto final, el de la bienaventuranza eterna, y al mismo tiempo aprendamos cuál es el camino, el derrotero para llegar con seguridad a la plena unión con Cristo; los santos, en efecto, son amigos y coherederos de Jesucristo, y también hermanos y eximios bienhechores nuestros, que nos aman, nos asisten, interceden solícitamente por nosotros y, de una manera admirable, están en comunión con nosotros. Los santos son faros, son luz que iluminan el camino hacia la ciudad del cielo, nuestra Patria definitiva.
Te glorificamos, Señor, porque llenaste con los dones del Espíritu a San Juan de Capistrano, en cuya veneración hemos hecho pintar esta imagen. Él respondió ante la amenaza al cristianismo y la cultura de su tiempo. Ganó muchas batallas, la más importante fue la victoria de las almas para Dios. Qué maravilloso poder encarnar esto; hoy nos toca a nosotros, a mí como Pastor de esta Iglesia Particular, asistido por los capellanes en cada Fuerza, poder ganar la batalla para que los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas y Federales de Seguridad que se nos confían, conozcan cada vez más a Jesucristo, vuelvan su mirada a Dios y fortalezcan el vivo deseo de encarnar los valores del Evangelio en sus lugares de trabajo, sirviendo a la Patria y teniendo clara conciencia del enorme encargo que tanto la Nación como la Institución han puesto en ellos.
Haz, Señor, que cada prefecturiano, siguiendo las huellas de tu Hijo Jesús, y considerando los ejemplos de San Juan de Capistrano, lleguen al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.
Que tanto los capellanes, de los que San Juan de Capistrano es su Patrono, como cuantos a él acudan con fe, proclamen el Evangelio con su palabra y su ejemplo, dispuestos sin miedo a derramar su sangre por él; que sean verdaderos servidores, capaces de cargar la cruz de Cristo y se entreguen totalmente a tu servicio y al de los hermanos; que inspirados en la vida de San Juan de Capistrano, como en la de tantos otros santos, aspiren sin miedo a la santidad cumpliendo sus deberes como ciudadanos de este mundo, hasta que algún día puedan también ellos, contarse santos entre los santos del cielo. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
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