CABA | Mons. Olivera bendijo la réplica del Sable de Güemes, donado por la GNA a la Catedral Castrense, Stella Maris, fue durante la celebración de la Santa Misa en la mañana del miércoles 4 de diciembre, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Estuvieron presentes el Sr. Director Nacional de GNA (Gendarmería Nacional Argentina), Comandante General, Claudio Miguel Brilloni y efectivos de la Fuerza quienes participaron de la celebración Eucarística.
El Comandante General, Brilloni había solicitado a nuestro Obispo que pueda celebrar Santa Misa en acción de Gracias en honor a nuestra Madre Santísima y en agradeciendo por su cuidado y protección. En aquella solicitud, se informaba que la GNA haría entrega a nuestra Iglesia Catedral Castrense, la réplica del Sable Gral. Don Martín Miguel de Güemes, ceremonia que se concretaba en la jornada.
Al recibir y bendecir la réplica del Sable de Güemes, Mons. Santiago pedía, “bendice esta réplica del Sable del General Don Martín Miguel de Güemes, signo de autoridad que la Nación confía y entrega a los Comandantes Generales de la Gendarmería Nacional quienes al recibirlo expresan su compromiso y responsabilidad en el servicio”. Completando, rezó el Obispo, “Padre de Bondad y Misericordia, concede a todas las personas de buena voluntad, alejarse de la miseria de la soberbia, de la pequeñez del prejuicio, del capricho y de la mezquindad, de la facción, para construir una Patria de hermanos, reconciliados y en justicia, por la libertad con la que se puede conquistar la grandeza de los corazones y de la Patria, por Cristo, tu Hijo nuestro Señor”.
A continuación, compartimos en forma completa la Bendición de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad de Argentina:
Bendición de la réplica del Sable de Güemes, donado por la GNA a la Catedral Castrense
Señor Dios, Padre Omnipotente, que has mostrado tu grandeza y poder en la obra maravillosa de la Creación y particularmente en el prodigio amoroso de la redención obrada por Cristo.
Tú que, por medio de Jesucristo, nos enseñas que la autoridad es otorgada para el servicio y el poder se confía a la autoridad para que pueda ejercer este servicio en el bien de la sociedad. Bendice esta réplica del Sable del General Don Martín Miguel de Güemes, signo de autoridad que la Nación confía y entrega a los Comandantes Generales de la Gendarmería Nacional quienes al recibirlo expresan su compromiso y responsabilidad en el servicio.
Por tu Bendición Concédenos:
-Que al ser expuesto como Símbolo de la Vocación de Servicio de los gendarmes y del liderazgo de su conducción, nos recuerda y nos inspire a practicar las virtudes que vivió el General Martín Miguel de Güemes, único General Argentino caído en campo de batalla, «Numen Tutelar» de la Gendarmería Nacional: Lealtad a Dios, a su conciencia, a la Patria y a sus subalternos, valentía, esfuerzo, austeridad, y su heroicidad hasta el martirio, ya que después de haber dado todo lo que tenía, hasta el patrimonio de su familia para sostener, vestir y dar de comer a sus soldados, mantuvo su Fidelidad prefiriendo morir antes que entregar a su tropa y traicionar a la Patria.
-Que su condición de funcionarios público y la carga de velar por la seguridad de sus semejantes que se le confían a cada gendarme, para que, viviendo como hijos tuyos, asuman esta gran responsabilidad de cuidar el orden y la seguridad de la sociedad, porque la seguridad es el ámbito donde las personas pueden vivir plenamente la libertad que Dios concede a cada ser humano como don y tarea.
-Que quienes porten este Sable, símbolo de la responsabilidad que el estado les otorga, busquen tu sabiduría y prudencia, imitando tu caridad y suplicando tu ciencia, para que la conciencia del deber los ponga por encima de las pequeñeces impropias de quienes fueron llamados a ejercer el liderazgo y el mando, por ser centinelas y vigías del Bien común, del orden, la paz, la seguridad, la justicia y la legalidad: Constitutivos cruciales del Bien Común.
-Sean centinelas del cumplimiento de la misión de la Institución de la que son puestos al frente y manden como Administradores leales y sirvan con humildad y magnanimidad, conscientes de que su autoridad no depende de su arbitrio, sino de la sabiduría y la autoridad de Dios y sean conscientes en su actuar que son deudores ante la sociedad de una explicación que justifique sus actos.
-Que quienes son distinguidos éntrelos iguales para ir armados entre los desarmados, para cuidarlos y protegerlos, nunca antepongan el interés particular sobre su deber para con el bien común de la Patria y de la fuerza y nunca olviden que:
*El poder otorgado y la fuerza que conlleva, no se equipará a la violencia.
*La fuerza se entrega y confía para la preservación de la razón y la ley.
*Mientras que la violencia es la negación, renuncia y rechazo de toda autoridad debidamente constituida.
Padre de Bondad y Misericordia, concede a todas las personas de buena voluntad, alejarse de la miseria de la soberbia, de la pequeñez del prejuicio, del capricho y de la mezquindad, de la facción, para construir una Patria de hermanos, reconciliados y en justicia, por la libertad con la que se puede conquistar la grandeza de los corazones y de la Patria, por Cristo, tu Hijo nuestro Señor. Amén.
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