CABA | Nuestra oración, conmemoración, reconocimiento y gratitud permanente a quienes defendieron la Patria con gran heroísmo y fervor, así lo expresó el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera al realizar la invocación religiosa y bendición en el acto y homenaje a los Valientes de Malvinas al conmemorarse el 42° aniversario de la rendición de la Gesta. Celebrado en el Salón Azul del Congreso de la República Argentina, organizado por el Senado de la Nación, presidió el acto en representación de la Sra. Vicepresidente de la República y Presidente del Senado, Dra. Victoria Villarroel el Sr. Director de la Gesta de Malvinas, Nicolás Kasanzew, el Jefe del Regimientos a Caballo, Gral. Don José de San Martín, Tte. Cnel. Matías Mones Ruíz, el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, autoridades y miembros del Congreso Nacional, Jefe del Departamento de Veteranos de Guerra, autoridades de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas Federales de Seguridad, grupo de combatientes de Malvinas destacando también la presencia de la imagen de Ntra. Sra. de Luján Malvinera.
Mons. Santiago decía durante la invocación recordaba, “un día como hoy, hace 42 años se firmaba el cese de fuego, dejamos a nuestros héroes custodiando el territorio argentino abrazados por la turba y las frías aguas del sur. Nuestro mayor respeto para todos los caídos, sus familiares, veteranos de guerra y familiares.
Nuestra oración, conmemoración, reconocimiento y gratitud permanente a quienes defendieron la Patria con gran heroísmo y fervor. Señor y Dios nuestro que reconoces las buenas obras y los méritos de los hombres, mira con bondad a estos tus hijos y derrama sobre ellos una abundante bendición.
Que tu brazo amoroso los sostenga y nos sirva de ejemplo para reconocer el don de sus vidas. Que el reconocimiento, el respeto y el honor debido por personas y sus servicios nos estimule a continuar en la práctica de bien de todos y a reconocer en sus semejantes los beneficios de tu bondad, anticipo del abrazo definitivo.
También encomendamos a los caídos en el cumplimiento del deber, los fallecidos a causa de la enfermedad y las secuelas de la guerra, que tu abrazo misericordioso los acoja en la asamblea de los justos y de los santos, concédeles a contemplar la luz de tu rostro. Bendice estos diplomas que son signo y reconcomiendo de la entrega de cada uno de ellos, confórtalos siempre. Ntra. Señora de Luján Malvinera, Ruega por nosotros”.-
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