Córdoba | Cáritas Castrenses participó de la XX Asamblea Federal y del XVI Encuentro Nacional de Cáritas Argentina, la misma se desarrolló bajo el lema, “Somos Cáritas Misión y Servicio”, entre los días 13 y 15 de agosto en la localidad de Tanti. Por nuestra Diócesis, en representación del Obispo Castrense de Argentina, participaba el Vicario Episcopal para la Caridad y Solidaridad y Vicepresidente de Cáritas Castrense, Capellán, Padre Sebastián Soto.
En el encuentro se trabajó en base a tres puntos particulares, encontrarse y Celebrar la vida como comunidad, renovando la esperanza que nos anima y desafía a seguir fortaleciendo nuestra tarea desde Cáritas. En segundo lugar, se explayaron en, compartir las señales de esperanzas comunitarias, porque es en comunidad donde se gesta y desarrolla la vida.
Y el tercero de los ejes fue, ampliar la mirada y la creatividad pastoral desde el intercambio de distintas experiencias comunitarias, identificando las acentuaciones pastorales necesarias para este tiempo y la mística que queremos que anime a nuestros equipos. En su experiencia de participación, el Padre Sebastián Soto, nos decía, “se pudo abordar sobre, tocar la realidad como misión y multiplicar la vida como servicio».
Agregando, decía, además, “en base a las experiencias regionales, poder identificar esas señales de esperanza, sabiendo que la realidad, es más importante que la idea”. A la hora de evaluar la importancia de la participación de Cáritas Castrense en el encuentro, el Padre Sebastián, señaló, “Caritas nacional y las Cáritas Diocesanas están conociendo nuestro trabajo, han resaltado la gran participación en la colecta nacional de Caritas”.
Continuando, añadió, “han valorado además, la presencia y asistencia de Cáritas Castrense en Chipre, en los incendios del NEA (Noroeste Argentino), acompañando familias que pasaron dolor de perder sus casas por el fuego, o en Buenos Aires, acompañando en la valoración de la vida”. Por su parte, Mons. Carlos Tissera, Obispo de Quilmes y presidente de Cáritas Argentina, en la homilía sostuvo que “la pandemia nos hizo más humildes y a la vez nos regaló la alegría de servir. Nos santificó, y nos hizo ver que hay muchos santos caminando con nosotros (…). El fuego de amor enardeció y transformó una cantidad inmensa de corazones de hombres y mujeres, entre ellos muchos jóvenes que, en lugar de quedarse en la queja paralizante, se preguntaron qué podían hacer de bueno por los demás”.–
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