Córdoba | La clave de la vida un Capellán Castrense es ayudar a crecer en la fe, a encarnar el Evangelio, a repensar la vida con todo lo que significa el compromiso en el servicio, así lo señaló el Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina, durante la Homilía compartida al celebrar la Santa Misa. Celebrada en la mañana del jueves 17 de marzo, en la Región III, Córdoba de GNA (Gendarmería Nacional Argentina), donde el Obispo, tomó Juramento de Fidelidad al Capellán Castrense, Padre Nicolás Daniel Julián.
Presidió la Santa Misa, Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina, concelebraron, el Capellán Mayor de GNA, Padre Jorge Massut, el Rector de la Catedral Castrense, Stella Maris, Padre Diego Pereyra y el Capellán Castrense, Padre Nicolás Daniel Julián, participaron autoridades de la Región III, Córdoba de GNA y files castrenses. En la Homilía, luego de saludar a todos, Mons. Santiago, inicialmente, se refirió al Decreto de designación del nuevo Capellán, haciendo foco en un dato histórico, así lo refería, “(…) hemos leído en el comienzo, donde se establece el nombramiento del Padre Julián, hace referencia al acuerdo entre la Santa Sede y la República Argentina de 1957”.
Preguntando entonces: “¿Y para qué pensó la Iglesia y el Estado en ese entonces, la presencia religiosa y espiritual de la Iglesia que acompañe a los hombres y mujeres de las distintas Fuerzas?” Continuando, respondió el Obispo, “por la particularidad de sus vidas, por su peculiaridad en la forma de vivir, por lo que significa la entrega y el servicio. Por lo que significan los traslados y el desarraigo, por lo que significa en el horizonte, la vocación de entrega de la propia vida”.
Agregando, entonces, “la Iglesia considera importante y envía a los Capellanes, y en este caso, el Padre Julián tiene una larga experiencia como Capellán Castrense y de hecho es de nuestra Iglesia Diocesana. Recordándoles, que estuvo sirviendo 14 años en la Policía provincial de Córdoba, y hoy vuelve a su casa, porque ésta, es su Iglesia Diocesana”.
Más adelante, Mons. Olivera revelaba, “la clave de un Capellán, es justamente, acompañarlos, estar, ser un servidor de los que nos sirven, por ello, es una alegría como Iglesia Diocesana estar, acompañarlos en este día. Y lo estamos haciendo en un tiempo muy especial, que es el tiempo de la Cuaresma, tiempo en que, se nos invita a volver al Señor”.
El Obispo Castrense de Argentina, profundizando, decía, también, “(…) nosotros hoy también estamos en este tiempo favorable, el tiempo de peregrinos, el tiempo que tenemos la posibilidad, el tiempo en que estamos vivos, como para adelantar un poco la eternidad. Porque el cielo lo vamos un poco adelantarlo aquí, el Reino de Dios es una realidad y lo vamos adelantando cuando vivimos de acuerdo a la fe”.
Sintetizando, en el final, Mons. Santiago compartió, “cuando plasmamos en nuestra vida los valores del Evangelio, cuando amamos al prójimo, cuando somos honestos. Cuando vivimos en justicia, cuando somos instrumentos de paz, vamos adelantando el Reino de Dios en nuestra vida, vamos adelantando el cielo entre nosotros. Este es un tiempo favorable, este es el tiempo de la gracia en donde debemos confrontar nuestra vida, a la vida del Evangelio, a renovarnos en la fe, a profundizar en la fe”.
Al concluir su visita a la Región III Córdoba de GNA, Mons. Santiago Olivera se trasladó hasta el BMGD (Barrio Militar General Deheza), donde en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, era esperado por los Capellanes Castrense de la región. El Obispo, mantuvo con ellos un encuentro, donde dialogó con ellos, los escuchó y tras finalizar la reunión, compartió un almuerzo fraterno.–
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