La Cámara de Diputados de Mendoza distinguió Post Morten, al Coronel Larrabure por su heroísmo y amor incondicional a la Patria, fue en la tarde del miércoles 30 de octubre durante la presentación del Libro, “Argentino del Valle Larrabure, mártir de Dios y de la Patria” del Licenciado e Historiador, Sebastián Miranda. La presentación del libro fue declarada de interés por la Honorable Cámara de Diputados de Mendoza por iniciativa de los Diputados provinciales, Dr. Gustavo Cairo, Prof. Laura Baisells Miró.

El acto desarrollado por la Legislatura de Mendoza, en la Honorable Cámara de Diputados, fue presidido por la Vicegobernadora y Presidente H. Cámara de Senadores de la Provincia de Mendoza, Sra. Hebe Silvina Casado, quien estuvo acompañada por los Diputados provinciales, Cairo y Baisells Miró.  Estuvieron presentes, el Obispo Castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad de Argentina, Mons. Santiago Olivera, Arturo Larrabure, el Postulador de la Causa Diocesana del Siervo de Dios, Larrabure y Capellán Mayor de la PSA, Padre Rubén Bonaciona y el Gral. (R) José Luis Figueroa, Presidente de la Asociación Amigos de Larrabure.

En las palabras compartidas por la Vicegobernadora de Mendoza, la Sra. Casado, decía, “este es un reconocimiento a un verdadero mártir de la Patria, a un mártir de Dios tal como dice el título del libro. Hace unos minutos, antes de la presentación libro hablaba con Mons. Olivera y con Arturo Larrabure, donde compartíamos que hay una parte de la historia que se oculto durante mucho tiempo y es importante que todos la conozcan.

Es importante que, en ésta, que es la casa de los mendocinos se pueda contar toda la verdad, que para muchos jóvenes es desconocida, por ello es relevante que podamos contar sobre estos secuestros que se sucedieron en democracia. Es fundamental contarla historia completa, por ello agradezco a todos los que nos visitan para presentar este libro.

A Arturo, hijo de Argentino del Valle Larrabure agradezco por acompañarnos, quien tiene una historia de vida que lo marcó para siempre, que, a los 15 años, muera su papá y que él le pida que perdone a quienes lo torturaron durante más de un año, creo que es algo muy fuerte. Para el resto, para todos nosotros, esa enseñanza de saber perdonar creo que la tenemos que llevar adelante en nombre de este santo mártir, ojalá pronto tengamos la noticia de que tenemos un nuevo santo argentino.

Que la historia contada de ahora en más en la Argentina sea la historia completa, donde no existan vaivenes, que sea siempre la misma. Para que podamos llegar a un tiempo de reconciliación de todos los argentinos, donde todos tiremos para un mismo lado, porque eso nos beneficia a todos”.

Por su parte, Mons. Santiago Olivera luego de escuchar las palabras de los expositores, explicaba sobre el título del libro, “Argentino del Valle Larrabure, mártir de Dios y de la Patria”, “no está mal decir que no queremos adelantar el juicio de la Iglesia, subrayando que mártir significa ser testigo y sin duda, Larrabure es un testigo de Dios y de la Patria. Con el aval de la Santa Sede, cuando pensamos e imaginamos, que este hombre podía ser un referente, un faro, una luz en el tiempo oscuro en que vivió, una luz en nuestro tiempo, en la Iglesia y nuestra Patria, tal como señalaron, es fácil amar a quienes nos aman, pero es mucho más difícil es amar a nuestros enemigos.

El mismo Jesús lo dijo, <<si aman a los que los aman, no tienen ningún mérito, amad a vuestros enemigos>>; y esto plasmó el Mayor entonces, hoy Coronel Post mortem, Argentino del Valle Larrabure. Y esto, sin lugar a duda es la prueba cabal de vivir justamente la plenitud del Evangelio, entregando su vida y no menor por esto que tenía el ofrecimiento de alcanzar la libertad.

Yo digo, de alcanzar la libertad finita porque la iba a terminar algún día, pero Larrabure optó por una libertad infinita, por la libertad para siempre, por la libertad de un creyente y pudo decir con valentía: ¡a ese precio no!; y vivió hasta el externo, hasta el fin sabiendo la posibilidad de la muerte. Le pedimos al Siervo de Dios, Coronel Larrabure, que nos ayude, justamente como decía su hijo Arturo, a que podamos sanar en nuestra Patria, que podamos sanar estas grietas con esta actitud evangélica, tal como nos dijo Argentino del Valle Larrabure, que no anide el odio en nuestro corazón”.

Respecto de la Causa Diocesana, el Obispo, nos explicó, “cuando uno intenta iniciar una causa por Canonización, las causas se inician donde falleció el supuesto santo y es el obispo del lugar el que debe iniciarla. Nuestro Obispado Castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad es el único que existe en nuestro país, hay pocos en el mundo, son obispados personales, no tenemos un territorio concreto, podríamos decir el corazón de los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas y sus familias son parte de nuestra Iglesia Diocesana.

Iglesia que está en toda la Argentina, por eso soy el Obispo Castrense de la República Argentina, y donde hay militares a lo largo y ancho de nuestro país, o por ejemplo en las Agregadurías militares, o quienes están en Chipre, o quienes navegan en la Fragata ARA Libertad, en el rompehielos ARA Alte. Irízar son parte de quienes nos confía la Iglesia al Obispado Castrense. Por esta razón, al ser Argentino del Valle Larrabure inicié la causa pidiendo permiso a la Santa Sede, hice la consulta y gracias a Dios nos autorizaron la posibilidad de que en el Obispado Castrense iniciemos el proceso a la santidad, porque es a lo que aspiramos, lo previo es, Siervo de Dios y para el caso del Martirio, Beato si se comprueba que verdaderamente se trató de un martirio”.

Finalmente, Mons. Santiago Olivera nos decía de la Santidad, “nosotros creemos y sabemos que la vida de los santos en primer lugar, nos muestran y nos recuerdan el propio camino que todos debemos transitar, que es el camino a la santidad. San Juan Pablo II en el año 2000 decía, que preguntar: ¿quieres recibir el bautismo? es lo mismo que preguntar: ¿quieres ser santo?

La vocación que nos hermana y nos une a todos, es la vocación a la santidad, en la realidad en donde estemos, en el lugar donde nos encontremos. Estamos en la cercanía de la Solemnidad de todos los Santos (1 de noviembre), la clave es que recordemos, renovemos y avivemos que la santidad es posible, los santos no son inmaculados, solo la Virgen María lo es, los santos son de carne y hueso como nosotros que han podido vivir en el hoy de cada día, en intensidad el Evangelio y así pensamos que Larrabure vivió, en profundidad su fe cristiana, entregando su vida hasta el extremo”.-