Misiones | En el día del Gendarme Fallecido en Acto de Servicio, efectivos de la Fuerza agradecen a Dios por el ofrecimiento de sus vidas y piden por el consuelo de familiares, fue el pasado 4 de julio en el Escuadrón 50, Posadas perteneciente al Comando de Región VI. En Gendarmería Nacional Argentina (GNA) por Disposición del Director Nacional de Gendarmería Número 196, del año 2002, instituyó con carácter permanente, que cada 4 de julio, se conmemore el “Día del Gendarme Fallecido en Acto de Servicio”.

En tal sentido, los efectivos del Escuadrón 50 Posadas de GNA, formaron en la Plaza de Armas y asistieron a la Santa Misa presidida por el Capellán del Comando de Región VI, Padre Pedro Ferrari. En la Homilía, el Capellán citó la palabra del libro de los Macabeos (2 Mc. 12, 43b – 46): donde se lee, “todo esto lo hicieron muy bien inspirados por la creencia de la resurrección, pues si no hubieran creído que los compañeros caídos en batalla iban a resucitar, habría sido cosa inútil y superfluo orar por los difuntos.

Pero creían firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren como creyentes; y éste es un pensamiento santo y piadoso. Por eso mandó ofrecer el sacrificio por los muertos; para que fueran perdonados de su pecado (…)”.

Continuando, el Capellán del Comando de Región VI, reflexionó sobre la vida eterna, sobre nuestra fe en el más allá, y la manera de reflejar esa creencia en nuestro presente, en nuestras vidas. Recordó, además, que la labor del hombre, y mujer Gendarme los lleva a estar en situaciones límites, donde exponen lo más preciado, su propia vida.

Para ello, invitó y animó a revalorar el pilar fundamental para esta misión, la familia; y a vivir, disfrutar cada instante con ellos como si fuera el último día. Cito además la carta del Sargento Ramón Gumersindo Acosta, en donde deja plasmado el saludo de despedida a su hijo, del cual no pudo despedir personalmente antes de partir a la gesta de Malvinas.

En el final, el Padre Ferrari, recordó también a aquellos gendarmes que han ofrecido su vida de una u otra manera en cumplimiento del deber. Agradeció a Dios su vocación de servicio, el ofrecimiento de sus vidas, y pidió a Dios el consuelo de sus familias.-