MONS. OLIVERA | Cuidemos y cultivemos la fe, que podamos transmitirla a los demás, con creatividad, paciencia y caridad, así lo pidió el Obispo Castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad de Argentina al compartir una carta en la Fiesta de San Juan de Capistrano, Patrono universal de los Capellanes. Remitida desde la Casa de Retiro, en Pilar, donde junto a los Capellanes se encuentra realizando el retiro anual del Clero, no dice, “quería aprovechar para renovar la petición de que se unan en oración, recen por nosotros, para que nuestra vida y servicio de pastores, colme lo enseñado por este santo clérigo, amigo de Jesús y modelo para nosotros”.
Continuando, agregó el Obispo, “lo segundo que quería compartirles. La vida de san Juan de Capistrano, estuvo motivada por un gran anhelo, “cuidar y custodiar la fe”, era su bandera, su estandarte del corazón. Nos relata su biografía, que era común escucharlo gritar sin cesar: «Jesús, Jesús, Jesús». Y recorrer todos los batallones gritando entusiasmado: «Creyentes valientes, todos a defender nuestra santa religión”, (…)”.
Completando, Mons. Santiago nos dijo, “tomado este anhelo y en este Año Diocesano de la Fe, pedirle a este santo sacerdote por la fe de cada uno de nosotros, por la fe de ustedes, Pueblo de Dios, creyente, que se me ha confiado como Pastor propio. Cuidemos y cultivemos la fe. Que la hagamos vida, con gestos valientes y concretos. Que podamos transmitirla a los demás, con creatividad, paciencia y caridad”.
Antes de concluir les pidió a los Capellanes, “los invito y les pido, con caridad pastoral, asumamos nuestro compromiso de bautizados y ser también, discípulos misioneros al estilo de San Juan de Capistrano. En el Señor Jesús, en su Madre, la Virgen María; y en San Juan de Capistrano, mi paternal bendición”.
A continuación, compartimos en forma completa el mensaje de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad de Argentina:
Pilar, 23 de octubre de 2024
Fiesta de San Juan de Capistrano
Prot. 164/2024
Querida Comunidad Diocesana
del Obispado Castrense y de las Fuerzas
Federales de Seguridad
Les escribo desde la Casa de Retiro, aquí en Pilar, donde nos encontramos con el Clero, gran parte de él, de nuestro Obispado realizando nuestro Retiro Anual, acompañados por el padre Gerardo Söding – Decano de la Facultad de Teología – que nos está compartiendo sobre la vivencia ministerial de San Pablo, especialmente rezando su segunda Carta a los Corintios.
El valor de las Cartas, como medio de cercanía y comunicación – me anima también – a escribirles estas líneas con motivo de la Fiesta de San Juan de Capistrano – Patrono universal del Clero Castrense-.
Quisiera destacar dos puntos
El primero, tomando uno de los escritos de este santo, y que rezamos en el Oficio de Lectura, dice en un párrafo: Vosotros sois la luz del mundo. Pues, así como la luz no se ilumina a sí misma, sino que con sus rayos llena de resplandor todo lo que está a su alrededor, así también la vida luminosa de los clérigos virtuosos y justos ilumina y serena, con el fulgor de su santidad, a todos los que la observan.
Quería aprovechar para renovar la petición de que se unan en oración, recen por nosotros, para que nuestra vida y servicio de pastores, colme lo enseñado por este santo clérigo, amigo de Jesús y modelo para nosotros.
Podamos ser siempre luz del Evangelio para sus vidas, que – en su peculiar forma – experimenten nuestra cercanía y cuidado de Buenos pastores, según el corazón de Jesús Buen Pastor.
Lo segundo que quería compartirles. La vida de san Juan de Capistrano, estuvo motivada por un gran anhelo, “cuidar y custodiar la fe”, era su bandera, su estandarte del corazón. Nos relata su biografía, que era común escucharlo gritar sin cesar: «Jesús, Jesús, Jesús». Y recorrer todos los batallones gritando entusiasmado: «Creyentes valientes, todos a defender nuestra santa religión”, valiéndose como únicas armas la oración, la penitencia y la predicación.
Tomado este anhelo y en este Año Diocesano de la Fe, pedirle a este santo sacerdote por la fe de cada uno de nosotros, por la fe de ustedes, Pueblo de Dios, creyente, que se me ha confiado como Pastor propio. Cuidemos y cultivemos la fe. Que la hagamos vida, con gestos valientes y concretos. Que podamos transmitirla a los demás, con creatividad, paciencia y caridad.
Los invito y les pido, con caridad pastoral, asumamos nuestro compromiso de bautizados y ser también, discípulos misioneros al estilo de San Juan de Capistrano.
Que tengamos todos, después de haber rezado juntos, la Novena a San Juan de Capistrano, un día colmado de bendición y paz, y a todos los Capellanes Castrenses y de las Fuerzas Federales de Seguridad mi gratitud y deseo de un feliz y fecundo ministerio.
En el Señor Jesús, en su Madre, la Virgen María; y en San Juan de Capistrano, mi paternal bendición.
+Santiago Olivera
Obispo Castrense
y de las Fuerzas Federales de Seguridad
República Argentina
0 comentarios