MONS. OLIVERA | Cumplir cuarenta años sacerdotales, es un canto a la fidelidad de Dios, así reflexionaba el Obispo Castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad de Argentina, en su mensaje compartido en la edición N° 113 de Orillando el Encuentro al referirse a su nuevo aniversario de ordenación Sacerdotal. El 18 de septiembre de 1984, Mons. Justo Oscar Laguna, en la Catedral Inmaculada Concepción del Buen Viaje, en la ciudad de Morón, provincia de Buenos Aires, ordenaba Sacerdote a nuestro actual Obispo, Mons. Santiago Olivera.
La fecha elegida por Mons. Laguna no era día más para el Obispo de Morón, puesto que ese día, se cumplía su 30° Aniversario de su propia Ordenación Sacerdotal ocurrida el 18 de septiembre de 1954 y donde hoy, recordamos también su 70° aniversario. En nuestra Diócesis la Pastoral Vocacional en el marco del aniversario de ordenación sacerdotal de Mons. Santiago nos convocaba a la Jornada de Oración por las Vocaciones Sacerdotales entre los días 15 y 17 de septiembre.
Al respecto, Mons. Olivera iniciaba su mensaje, diciéndonos:
Gracias por la iniciativa de la Pastoral Vocacional de nuestro Obispado en ocasión por cumplir cuarenta años sacerdotales, porque sin lugar a duda es un canto a la fidelidad de Dios en primer lugar. Porque es la fidelidad de Dios la que llamó, que eligió, que acompañó, que sanó, que cuidó, que sostuvo.
Gracias porque es un cántico a la Palabra fiel de Dios; Él eligió: <<no sois vosotros los que me elegiste sino soy yo quien os elegí>>. Uno descubre humildemente que, con fragilidad, con límites aún de la propia realidad, por la gracia de Dios, con la ayuda de Él, hemos podido decir tímidamente sí y seguirlo.
Tuve la gracia de nunca dudar de este llamado y ser feliz siendo servidor de Dios para mi pueblo, para mi gente, para lo que Él me enviaba. Puedo cantar con el Santo Cura de Ars, con real certeza, podríamos decir, con humilde y cruel certeza, <<me postre consiente de mi nada y me levanté sacerdote para siempre>>.
Este misterio de hacer presente a Jesús, que en la propia persona de Jesús hacemos presente su vida y nos comprometemos también a entregarla sin límites hasta el extremo, <<Tomen y coman, éste es mi Cuerpo>>, esta realidad que nos invita a actualizar. Podemos perdonar en su Nombre, pero tomando en su propia realidad corporal, por eso decimos <<Yo te absuelvo>>, podemos animar, podemos consolar, podemos sostener, es una maravillosa misión que el Señor nos ha encomendado.
Celebrar cuarenta años de sacerdocio impresiona; mucho camino recorrido, pero sin lugar a duda prevalece la gratitud. Contemplo, miro, agradezco la gratitud, por eso gracias por sumarse para dar gracias.
Y gracias también por sumarse para pedir perdón por tantas cosas que a veces no he hecho según el querer de Dios, o no descubrimos claramente, o por nuestros límites humanos y fragilidades no hemos sabido obrar como Dios quiere. <<Un corazón quebrantado humillado, Tu no lo desprecias>>, lo sabemos y nos llena de consuelo.
En este Jubileo Sacerdotal, hago una mirada por todos los caminos recorridos, por todos los ministerios que el Señor me ha confiado, por todos los pueblos de mi Diócesis de origen, Morón, con esa extensa Diócesis que en aquel tiempo incluía Merlo y Moreno. También por la querida Diócesis primera como Obispo de Cruz del Eje, Córdoba donde se conservan los tesoros de este Sacerdote argentino, en este lugar, que es Brochero, el corazón sacerdotal de la Argentina y donde nos renueva y nos motiva para vivir su vida, esa vida pobre y entregada con ese celo misionero.
Y ahora, en este servicio particular, personal y peculiar de servir a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Federales de Seguridad, de acompañar también a sus familias, así como también a quienes trabajan en Casa Rosada, en Quinta Presidencial de Olivos, en el Ministerio de Defensa, Ministerio de Seguridad. También los Hospitales Militares, Asilos, Hogares, Agregadurías Militar, Misiones de Paz en el exterior, un amplio servicio que la Iglesia me confía y requiere sin duda esfuerzo y mayor oración para cada uno, porque esta es nuestra misión de pastores, el que reza por su pueblo y se me ha confiado, por eso quiero renovar este acompañamiento para hacerlos crecer en el amor a Dios, también en el amor a la Patria por lo cual abrazan esta particular vocación.
Sin lugar a duda, también estamos viviendo este acontecimiento de peregrinaciones hacia lugares santos de nuestra extensa Patria las distintas regiones pastorales, manifestando nuestra fe, poniéndonos en camino. Recordando que somos peregrinos, recordando que tenemos una meta, y que llegar a un santuario donde se contienen tantas acciones de gracias, tantas súplicas, tantas alegrías y gozos, tantos dolores compartidos, es ya un acto de fe.
Pero nos ponemos en camino en la esperanza de llegar un día al verdadero destino, al fin pleno del camino, que es el encuentro con Dios, al cielo, donde debemos avivar llegar cada vez más. Estamos transitando esta peregrinación de la Región Pastoral Centro al Santuario del Cura Brochero, quien entregó su vida para que los hombres y mujeres de su tiempo pudieran encontrarse con Jesús.
Su vida santa hace que esta gracia y trabajo pastoral siga presente y permanente ayudándonos en nuestro hoy. Que nos ayude Brochero también a buscar, encontrarnos, a acercarnos a Jesucristo que es el verdadero camino por el cual nosotros transitamos en la verdad y en la vida”.
En este día, donde se cumplen cuarenta años de la ordenación sacerdotal de Mons. Santiago, celebrará Santa Misa en acción de Gracias en la Catedral Inmaculada Concepción del Buen Viaje, en la ciudad de Morón (Belgrano 327), a las 19 horas y que será transmitida por el canal de YouTube de nuestra Diócesis. Nos unimos en oración, rezando por el nuevo aniversario de Mons. Olivera, agradeciendo su Sí al llamado del Señor, dando gracias por su vocación Sacerdotal y ministerio Pastoral.-
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