Mons. Olivera | Damos gracias Señor por tantos dones recibidos y a nuestra Madre de Dios que se eleva Lauretana, le pedimos, protege y guía siempre a tus hijos alados, por rutas de paz y amor, así lo expresaba el Obispo Castrense de Argentina al compartir la invocación religiosa en el 111° aniversario de la creación de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). Fue en el mediodía del jueves 10 de agosto, en el acto celebrado en la Base Aérea Militar Morón, dependiente de la FAA en la ciudad de Morón, provincia de Buenos Aires.

Presidió el acto, el Jefe de Gabinete de Ministros, Ing. Agustín Rossi, quien estuvo acompañado por el Sr. Ministro de Defensa, Lic. Jorge Taiana, el Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Teniente General Juan Martín Paleo, el Jefe de Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, Brigadier general Xavier Julián Isaac, el Jefe del Estado Mayor General del Ejército, al General de División Guillermo Pereda, el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Julio Guardia, el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, integrantes de las Fuerzas Armadas e invitados especiales. En la invocación religiosa, el Obispo decía, “en este día te damos gracias Señor por tantos dones recibidos a lo largo de estos 111 años de vida institucional de la Fuerza Aérea Argentina. Te alabamos y queremos agradecerte también por todo el bien que haz permitido realizar, cumpliendo el juramento sagrado de servir a la Patria si fuera necesario, hasta entregar la propia vida”.

En otro párrafo Mons. Santiago compartió, “nuestra alma hoy se ensancha con gratitud especial porque Dios ha querido que uno de los más grandes logros del ser humano sea el dominar los cielos, imitando el vuelo majestuoso de las aves y más aun llegando a surcar espacios interestelares; y sabiendo que mucho más apasionante aún es la invitación al vuelo del espíritu en alas de la fe y de los valores patrióticos que nos legaron nuestros predecesores”.

Finalmente, el Obispo pedía a Dios, “(…) te rogamos por todos los hijos del éste, nuestro querido suelo argentino; y de modo particular por quienes integran hoy esta gloriosa Institución, por el personal civil y militar, (…). Madre de Dios y Madre nuestra, que te elevas Lauretana, protege y guía siempre a tus hijos alados, por rutas de paz y amor”.

A continuación, compartimos en forma completa el mensaje de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina:

111° Aniversario de la Creación de la Fuerza Aérea Argentina

10 de Agosto

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

“…Al ver el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas que has creado: ¿qué es el hombre para que pienses en él, el ser humano para que lo cuides? Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y esplendor; le diste dominio sobre la obra de tus manos, todo lo pusiste bajo sus pies: … Señor, nuestro Dios, ¡qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!» (Salmo 8)

Te alabamos Señor con profunda admiración por las maravillas de la creación y el amor de predilección por nosotros, Tu obra culmen.

En este día te damos gracias Señor por tantos dones recibidos a lo largo de estos 111 años de vida institucional de la Fuerza Aérea Argentina.

Te alabamos y queremos agradecerte también por todo el bien que haz permitido realizar, cumpliendo el juramento sagrado de servir a la Patria si fuera necesario, hasta entregar la propia vida.

Gracias Señor por haber nacido argentinos, por el llamado a nuestra noble vocación de servicio.

Nuestra alma hoy se ensancha con gratitud especial porque Dios ha querido que uno de los más grandes logros del ser humano sea el dominar los cielos, imitando el vuelo majestuoso de las aves y más aun llegando a surcar espacios interestelares; y sabiendo que mucho más apasionante aún es la invitación al vuelo del espíritu en alas de la fe y de los valores patrióticos que nos legaron nuestros predecesores.

Por eso Padre Misericordioso te encomendamos, a aquellos hombres y mujeres de nuestra familia aeronáutica y de toda nuestra Nación que en cumplimiento del deber y del servicio, rubricaron con su sangre su amor a la Patria a lo largo de nuestra historia.

Especialmente quienes ofrendaron lo más preciado de sí, en la guerra de Malvinas, tanto los que quedaron allá como «guardianes eternos» de nuestro territorio, como quienes regresaron y son nuestros próceres vivientes. Y de modo muy particular te rogamos Señor por sus familias, esposa, madres, hijos, héroes anónimos que hoy viven a nuestro lado y que hacen de su abnegado trabajo su fidelidad cotidiana.

A todos, según Tu promesa, prémialos Señor con el ciento por uno en esta tierra y luego recíbelos en el gozo de la Vida Eterna.

Finalmente te rogamos por todos los hijos del éste, nuestro querido suelo argentino; y de modo particular por quienes integran hoy esta gloriosa Institución, por el personal civil y militar, del más humilde al más encumbrado, tanto quienes sirven cotidianamente en nuestra tierra, como aquellos que prestan sus servicios en las misiones antárticas y más allá de nuestras fronteras.

Madre de Dios y Madre nuestra, que te elevas Lauretana, protege y guía siempre a tus hijos alados, por rutas de paz y amor. Amén.