MONS. OLIVERA | El camino de la vocación es un proceso y es una respuesta de cada día, para vivir de acuerdo con las exigencias del Evangelio, así lo expresó el Obispo Castrense y para las Fuerzas Ferales de Seguridad al compartir la Homilía en la celebración de la Santa Misa. Fue en el mediodía del domingo 17 de noviembre, en la Capilla San Lucas del Seminario Diocesano, San Juan de Capistrano y Santo Cura Brochero, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Presidió la Eucaristía, Mons. Santiago Olivera, concelebraron Capellanes Castrenses de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad, participaron Diáconos y fieles castrenses. En la celebración, el Obispo confirió la Admisión a las Sagradas Órdenes a los candidatos al diaconado a Reinaldo Parra (integrante de Fuerza Aérea Argentina) y Gustavo Varela (personal civil de la Armada Argentina).
Mons. Santiago decía en la Homilía, “con mucha alegría estamos celebrando este Domingo XXXIII del año, como hemos escuchado en la Lectura nos ilustra, nos ayuda a pensar en los últimos días. En este día, las Lectura, tanto en la Primera de la profecía que hemos escuchado, aún también la Carta a los hebreos y el Evangelio nos invitan a pensar en los últimos días”.
Siguiendo, señalaba, “lo hacemos, no de un modo dramático como lo hemos sentido, sino también como signo verdaderamente apocalíptico pero el apocalipsis en el tema de la revelación. La que nos revela, es justamente, lo que nosotros recitamos en el Credo, sabemos que Jesús muerto y resucitado, está a la derecha de Dios Padre y vendrá un día a juzgar a vivos y muertos”.
Profundizando, el Obispo, dijo, “a veces nos cuesta pensar en el tema del final, pero es clarísimo este texto del Evangelio y que los primeros cristianos lo tenían tan arraigado en su espiritualidad el Maranatha (ven Señor Jesús) lo tenían como parte de su fe. Es verdad que esperaban la proximidad de la segunda venida; nosotros creemos en la primera venida del Dios con nosotros a la que nos preparemos a celebrar pronto y en esta segunda venida que vendrá con Gloria”.
Completando, Mons. Olivera agregó, “el Evangelio nos invita no solo a saber y ahondar en la certeza de un Dios que vendrá; lo grafica lo de un modo profundo, expresando que realmente se va a modificar este mundo cuando el Señor venga, que hasta el cielo ya no existirá. No significa esto que no existirá la presencia de Dios en el cielo, sino todo lo creado, solo lo que permanece es la Palabra <<el cielo y la tierra pasaran, mi Palabra no pasará>>”.
En otro párrafo, el Obispo compartió, “en este domingo con mucha alegría admitimos a dos hermanos nuestros que van a recibir este signo institucional que es, que la Iglesia les confía de un modo solemne este ministerio. Sin lugar a duda el camino de la vocación es un proceso y es una respuesta de cada día, en este camino también se ahonda y se debe crecer en el discernimiento y en el descubrir justamente la configuración demuestra vida de cristianos a una vida de mayor compromiso en la propia realidad y en la propia vocación que están, pero para vivir de acuerdo con las exigencias del Evangelio”.
Finalmente, Mons. Santiago decía, “en este paso, nosotros tenemos la gracia de acompañar justamente esta unidad y este encuentro de una de una voluntad personal y de una voluntad eclesial en la persona del Obispo, sus formadores que hoy al encontrarse solemnemente los instituye como candidatos oficiales para seguir transitando, discerniendo, caminando esta configuración con Jesús”.-
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