Mons. Olivera | Estamos llamados a vivir en la fraternidad, en el diálogo y el encuentro, único camino para la paz, así lo expresó el Obispo Castrense de Argentina, durante la Homilía compartida en la celebración de la Eucaristía, en la víspera del primer domingo de Cuaresma. Fue en la noche del sábado 5 de marzo, en Iglesia Ntra. Sra. de Luján Castrense, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde participó, Mons. Paul James Mason, Obispo Castrense del Reino Unido, quien estuvo acompañado por su Vicario General y Capellanes Castrenses del Reino Unido, quienes recibieron la bienvenida antes del comienzo de la celebración Eucarística de Mons. Alberto Pita, Párroco de la Iglesia.  

Presidió la Santa Misa, Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina, concelebraron, Mons. Paul James Mason, Obispo Castrense del Reino Unido, el Vicario General, Mons. Gustavo Acuña, el Canciller y Capellán Mayor de la Armada Argentina, Padre Francisco Rostom Maderna, el Capellán Mayor de la FAA, Padre César Tauro, el Capellán Mayor de la GNA, Padre Jorge Massut, el Capellán Mayor de la PSA, Padre Rubén Bonacina. También, el Párroco de la Iglesia Luján Castrense, Mons. Alberto Pita, el Rector de la Catedral Castrense, Stella Maris, Padre Diego Pereyra, el Vicario General del Obispado Castrense del Reino Unido, Padre Nick Gosnell, el Capellán de la Real Armada, Padre David Conroy, el Capellán de Real Fuerza Aérea, Padre Iam Stevenson, el Diacono, Dave Skillen y Capellanes Castrenses de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad de Argentina.

En la Homilía, Mons. Santiago señaló, “este es un momento histórico el que estamos viviendo y damos gracias por poder compartir aquí, en esta comunidad de Luján Castrense, esta Eucaristía, no solo con la presencia del Obispo Castrense del Reino Unido, sino también con su Vicario General, Capellanes Mayores y Diacono, los recibimos con mucha alegría. Bienvenido Mons. Paul, de quien hace algunos años tuvimos la gracia de recibir en Roma la imagen de la Virgen de Luján Malvinera, podríamos decir la Virgen de la Paz, pues luego de estar presente en las Islas Malvinas, y permanecer 37 años en la Iglesia Catedral Castrense, San Miguel y San Jorge en la ciudad de Aldershot, Inglaterra, hemos tenido el gozo del encuentro con el Obispo y la posibilidad de que vuelva esta imagen a casa”.

Continuando, agregó el Obispo, “la providencia ha querido que, en estos días, nosotros estemos celebrando por iniciativa de un grupo de laicos, La Fe del Centurión, quienes han querido hacer un camino que vienen transitando de reencuentro, de fraternidad y de paz entre veteranos de guerra ingleses y argentinos (…)”. Añadiendo, “en este tiempo, en el que estamos viviendo la tragedia de la guerra, que parece increíble e incomprensible, este gesto de encuentro de hermanos que se está desarrollando en nuestro país, nos habla más allá de las palabras, nos muestra un camino que debemos transitar.

En ese sendero, surge un grito, un anuncio, una predicación que debemos hacer: en la guerra, no hay vencedores ni vencidos, sino que perdemos todos. Por lo tanto, estamos llamados a vivir en la fraternidad, en el dialogo y el encuentro, único camino para la paz”.

Avanzando, Mons. Olivera se refirió a la primera lectura del Evangelio, “hemos escuchado del libro del Deuteronomio, nos invita a pensar en las bondades de Dios, las riquezas de Dios, lo que Dios dio a su pueblo. Desde aquí partimos para celebrar la Pascua, empezamos este tiempo de Cuaresma y de desierto reconociendo las bondades, el amor, la acción y la obra de Dios en su pueblo y en cada uno de nosotros”.

Mons. Santiago, también subrayaba, “hemos también escuchado en el Evangelio, que Jesús, lleno del Espíritu Santo fue conducido al desierto, donde fue tentado por el demonio por cuarenta días. El desierto no es solo como un lugar sombrío de tristezas o de carencias, donde solo algunas cosas son necesarias en él, sino es también, un lugar de oportunidades, de crecimiento, para responder y descubrir quiénes somos y cómo somos”.

En otro tramo de su mensaje, el Obispo Castrense de Argentina, nos pidió, “recordemos el mensaje en el inicio de este nuevo tiempo de la Cuaresma del Santo Padre Francisco, donde, nos decía, que no, nos cansemos de practicar el bien. Que no, nos cansemos de transitar los caminos del Evangelio, que no, nos desanimemos -dice el Papa- si caemos, que volvamos rápidamente.

Que descubramos que vamos a sembrar el bien y que el ayuno es la manera de preparar el terreno, que la oración es la que riega y la caridad, el amor, es lo que fecunda nuestro deseo, nuestra búsqueda de configurarnos con Jesús”. Finalizando, añadió Mons. Santiago, “comenzamos un nuevo tiempo, tenemos que vivir con alegría, porque es un tiempo de oportunidad, de comenzar, de convertirnos, es un tiempo que nos presenta el gozo de lo que vendrá, que es el triunfo, que es la vida, que es la resurrección”.

Antes de finalizar la Eucaristía y de recibir la bendición, Mons. Olivera, invitó a su hermano Mons. Mason a dirigir unas palabras, en aquel momento, saludo en castellano a los presentes y luego continuó en inglés. Allí, se refirió a la paz, donde resaltó, que, para alcanzarla, se debe contar con un corazón, con una buena mente y el valor de la amistad.

En su mensaje, Mons. Paul, decía, “en la vida, además de un buen corazón, necesitamos una buena mente, pues con la mente, podemos comunicarnos con el otro y entenderlo. Yo no hablo castellano, su Obispo no habla inglés, pero hablamos los dos en italiano, gracias a ello, Mons. Santiago se ha convertido en mi mejor amigo.

Siempre hay una posibilidad de comunicarnos, además de corazón, tenemos una mente, tenemos una visión. Jesucristo nos reúne, nos acerca a Dios, juntos podemos comunicarnos correctamente, compartiendo nuestro amor por Jesucristo”.-  

“en este tiempo, que estamos viviendo la tragedia de la guerra que parece increíble e incomprensible, y este gesto de encuentro de hermanos que se está desarrollando en nuestro país, nos habla más allá de las palabras, sino más bien, nos muestra un camino que debemos transitar.-