MONS. OLIVERA | Pidámosle al Señor que nos ayude a dejarnos modelar y transformar según su querer, que podamos vivir este tiempo que nos queda de la Cuaresma para convertir nuestro corazón

5 marzo, 2024

MONS. OLIVERA | Pidámosle al Señor que nos ayude a dejarnos modelar y transformar según su querer, que podamos vivir este tiempo que nos queda de la Cuaresma para convertir nuestro corazón, así lo señalaba el Obispo Castrense de Argentina, al compartir la Homilía durante la celebración de la Santa Misa de inicio de actividades del Seminario Diocesano Castrense. Celebrada en la mañana del domingo 3 de marzo, tercer domingo de Cuaresma, en la Capilla San Lucas, donde el Diácono Luis Villafañe realizó su Profesión de Fe y Juramento de Fidelidad, quien el próximo 16 de marzo será ordenado Sacerdote por Mons. Santiago Olivera.

Presidió la Santa Misa, Mons. Santiago, concelebraron el Vicario General, Mons. Gustavo Acuña, el Rector y Vicerrector del Seminario San Juan de Capistrano y Santo Cura Brochero y Capellanes de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad. Participaron, candidatos al Diaconado permanente, fieles castrenses y el Coro de la Escuela de Cadetes de Gendarmería, Don Martín Miguel de Güemes. En la Homilía, decía Mons. Olivera, para nosotros es una gran alegría poder celebrar en este tercer domingo de Cuaresma esta Eucaristía, en esta casa, que para nosotros como Obispado Castrense significa mucho.

Sabemos que un Seminario es el corazón de la Diócesis, y también podríamos decir como una actualización, o una presencia permanente de la esperanza porque es el lugar donde se forman jóvenes que quieren seguir a Jesús Buen Pastor, para servir en esta Diócesis personal, particular, peculiar justamente que es, acompañar a los hombres y mujeres y sus familias de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Federales de Seguridad”. Agregando, “nosotros también, en la dimensión formativa, el camino que vamos realizando en cercanía con las Fuerzas es porque tenemos que estar disponibles, así como lo están los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas.

Debemos estar listos para traslados, circunstancias difíciles y aún el riesgo cotidiano de la entrega de la vida, ya sea en lo cotidiano que hace a las Fuerzas Federales o la preparación de la entrega de la vida para defender a la Patria y así tristemente nuestra realidad como nos ha pasado tengamos que vivir. Los sacerdotes somos parte de esta manera de vivir y ofrecer la vida por los hombres y mujeres que se nos confían. Es una alegría entonces, estar aquí dando inicio a las actividades del Seminario de este 2024, quiero agradecer mucho la presencia de los Capellanes, (…)”.

Continuando, el Obispo decía, “gracias particularmente a todos los que han venido, gracias también a los candidatos al Diaconado Permanente, esta realidad que podríamos decir continúa. Damos gracias también particularmente y después de escucharlo al Diácono Luis Villafañe, que va a compartir con nosotros la Profesión de Fe y el Juramente, la bendición haremos de su Cáliz, de su Casulla, de todo lo que hace ya en la cercanía de su ordenación sacerdotal. Todo esto nos llena de alegría que podamos celebrar en este marco, como más en familia preparándonos para aquella celebración del próximo 16 de marzo, Luis que es también particular su vocación porque ha salido de la gran familia de la Armada para integrarse y al servicio de la gran familia Diocesana”.

Avanzando, Mons. Santiago nos compartía, “el inicio nos habla de la actitud de ponernos en esta sintonía, y un inicio en la casa de formación del Seminario es inicio de renovarnos con esperanza y alegría para seguir formándonos según el corazón de Jesús Buen Pastor, un inicio que supone una gran voluntad para dejarnos tallar, dejarnos modelar por el Señor, nuestro Maestro. Cuando hablamos de dejarnos tallar o modelar, somos como barro en las manos del alfarero, este es el deseo de nuestra Iglesia Castrense y de los jóvenes que se forman aquí para dejarse modelar por Jesús Buen Pastor. No es tarea fácil porque constantemente tenemos que dejarnos cambiar por una mirada que no es una mirada meramente humana, sino que es una mirada cristiana”.

En otro párrafo, el Obispo a la luz del Evangelio, subrayó, “estamos en el tercer domingo de la Cuaresmo, siempre como que impresiona el paso del tiempo, hace poco la iniciábamos en el miércoles de cenizas, y a partir de hoy vamos a proclamar hasta el final de ella, cada domingo el Evangelio de San Juan. Quiero detenerme en la primera Lectura, el Éxodo que escuchamos, porque es verdaderamente consoladora desde el comienzo, que podríamos decir es una teofanía, es manifestación de Dios, Dios que nos habla, <<Soy el Señor tu Dios que te hice salir de Egipto de un lugar de esclavitud>>.

Cuánto consuela escuchar, «Soy el Señor tu Dios», pero que manifiesta este Dios la bondad, lo bueno, la misericordia en la escucha del sufrimiento de su pueblo que, te saqué de un país de esclavitud a la libertad, en ese éxodo, en ese camino hacia la libertad. El tiempo de la Cuaresma, es también el tiempo que nos invita a la libertad interior, nos invita a dejar atrás cualquier esclavitud, pero con la certeza de que <<yo soy el Señor tu Dios>>, yo soy el que obré bien en vos, el que te bendijo, yo soy el Señor que estuve atento a tus necesidades”.

Profundizando, Mons. Santiago señaló, “el tiempo de Cuaresma, es el tiempo en que vamos viendo aquellas cosas que nos esclavizan, que no nos hacen libres y cambiar y transformar por una mirada más evangélica. El Evangelio que acabamos de escuchar también no deja de sorprendernos siempre la actitud de Jesús.

Jesús con el látigo, realiza un signo que no supieron ver los judíos de su tiempo. ¿Con qué autoridad Jesús hace eso? Sin embargo, sabemos que el Mesías estaba llamado a purificar el templo”.

Finalmente, el Obispo nos compartió, “pidámosle al Señor entonces porque Él sabe lo que hay en nuestro interior, que nos ayude a dejarnos modelar y transformar según su querer. Que podamos vivir este tiempo que nos queda de la Cuaresma para convertir nuestro corazón, nuestros pensamientos, nuestros criterios, nuestros sentimientos, nuestra vida según el querer de Dios”.

Seguidamente, al concluir la Homilía, el Diácono Luis Villafañe, realizó su profesión de Fe y Juramento de fidelidad. El Obispo durante la celebración Eucarística bendijo el Cáliz y Casulla que serán usados por el Diacono una vez ordenado Sacerdote por Mons. Santiago Olivera.-

SANTA MISA.-

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