Mons. Olivera | Que en esta Navidad nueva, podamos preparar un digno lugar para que Dios nazca de nuevo en nuestro corazón

17 diciembre, 2020

Mons. Olivera | Que en esta Navidad nueva, podamos preparar un digno lugar para que Dios nazca de nuevo en nuestro corazón, la síntesis del título se desprende del vídeo mensaje compartido por Obispo Castrense de Argentina. Grabado en el interior de nuestra Catedral Castrense, Stella Maris frente al Pesebre, Mons. Santiago Olivera transmitió a todos los Diocesanos castrenses, integrantes de las Fuerzas Armadas, Fuerzas Federales de Seguridad, personal de Presidencia de la Nación y Quinta Presidencial de Olivos su mensaje navideño. 

En su cuarto mensaje de Navidad como Obispo Castrense de Argentino, Mons. Olivera, nos habló sobre la particularidad del año vivido en pandemia, recordando además las palabras del Santo Padre cuando nos decía, “esta tormenta tan inesperada y furiosa, nos hizo descubrir que estamos en la misma barca (…)». Además, nuestro Obispo, subrayó que, pese a las dificultades vividas, “(…) también convengamos que, en este tiempo, han surgido cosas muy buenas, de solidaridad, de fraternidad, de experiencia de Dios en nuestra propia vida, de reconocer que estamos en las manos del Señor”.

Mons. Santiago, profundizando, nos revela que, “Navidad, nos recuerda por excelencia y por eso digo que es fundante de toda nuestra vida de cristianos, que Dios está con nosotros, la gran alegría, el anuncio es que hoy ha nacido el Salvador, el Emanuel, el Dios con nosotros”. Casi en el final de su mensaje, nos pedía, “que, en esta Navidad nueva, quiera Dios que haya tenido un lugar, una posada en nuestro corazón, que le podamos haber preparado un digno lugar para que Dios nazca de nuevo en mi corazón”.

A continuación, compartimos la transcripción del vídeo mensaje de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina:

Queridos hermanos, queridos amigos, hemos escuchado seguramente muchas veces, el hombre propone y Dios dispone. La situación de este año tan particular, como nos dice el Papa Francisco, “esta tormenta tan inesperada y furiosa, nos hizo descubrir que estamos en la misma barca, con nuestras fragilidades y nuestros miedos”.

Ha sido un año muy especial, muchos hermanos nuestros han sufrido la muerte, la pérdida de sus familiares, de amigos, muchos han tenido el temor a los contagiarse, a la inseguridad. Muchos han perdido el trabajo, o han tenido que reducir su modo de vida, pero, también convengamos que, en este tiempo, han surgido cosas muy buenas, de solidaridad, de fraternidad, de experiencia de Dios en nuestra propia vida, de reconocer que estamos en las manos del Señor.

Que la vida es un don de Dios, es un tesoro que debemos custodiar desde el principio hasta el fin. En este contexto quiero decirles feliz Navidad, en este argumento, pongamos nuestra mirada en el Pesebre y descubrir esta fragilidad de un Dios que es todo poderoso, un Dios que es grande, un Dios que es rico, que se hace pobre, que se hace pequeño y que se hace frágil.

Pero, que nos recuerda un acontecimiento que debe ser fundante para toda nuestra vida, no solo para este tiempo, porque podríamos decir que el Adviento, que fue el tiempo que nos preparó para la Navidad, es un tiempo permanente del cristiano, vivimos esperando al Señor que se hace presente en la fragilidad y en los rostros de tantos hermanos necesitados.

Navidad, nos recuerda por excelencia y por eso digo que es fundante de toda nuestra vida de cristianos, que Dios está con nosotros, la gran alegría, el anuncio es que hoy ha nacido el Salvador, el Emanuel, el Dios con nosotros. Cada día Dios está con nosotros, en cualquier situación de la vida, Dios está con nosotros.

¿Y por qué Dios está con nosotros? Porque tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo para salvarnos. Que estos recuerdos de un amor grande de Dios, que se hace pequeño, la Palabra que se hace Carne, por lo tanto, hacemos silencio, nos ponemos a la escucha, nos ponemos en actitud de recibirla.

Que, en esta Navidad nueva, quiera Dios que haya tenido un lugar, una posada en nuestro corazón, que le podamos haber preparado un digno lugar para que Dios nazca de nuevo en mi corazón. Todo lo que vivimos, sin duda difícil, experiencias nuevas, tiempos de mártires, tiempos de valientes, pero Feliz Navidad (…).

Dios está con nosotros, Dios camina a nuestro lado y eso es causa de alegría permanente. Felicidades y un abrazo a cada uno.-

También en la jornada, Mons. Santiago Olivera hacía pública una posta navideña, en ella se lee:

«Que todos podamos recibir paz y consuelo por el nacimiento del Salvador y, sintiéndonos amados por el único Padre celestial, reencontrarnos y vivir como hermanos», Papa Francisco

Queridos Amigos, éste es también mi deseo para cada uno. ¡Feliz y Santa Navidad!

Un fuerte abrazo, +Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina

Navidad 2020.

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