Mons. Olivera | Que la Virgen de Luján, Malvinera y Peregrina bendiga a nuestra querida y herida Nación, así lo manifestaba el Obispo Castrense de Argentina, mediante un mensaje en la sección Carta de Lectores, del Diario La Nación, publicado en la edición digital del martes 12 de noviembre. Mons. Santiago Olivera agradeció a todos los que colaboraron en el retorno al país de la imagen Ntra. Sra. de Luján, en el artículo se puede leer tras el título, “Virgen Malvinera”, el testimonio del Obispo Castrense de Argentina, quien destaca, “quisiera agradecer a los que hicieron posible «la vuelta a casa» de esta querida y significativa imagen (…)”.
Luego de retribuir el empeño del Grupo La Fe del Centurión, hacía lo propio con la, “Conferencia Episcopal Argentina, al Dr. Alfredo Abriani, Secretario de Culto de la Nación, a Aeropuertos 2000 por su generosa disponibilidad en la persona de Roberto Curilovic (VGM), al embajador Rogelio Pfirter y al personal de la embajada argentina ante la Santa Sede, a Aerolíneas Argentinas”. Cerrando, agradeció y destacó la, “(…) fraternidad y acogida ante nuestro pedido de mí hermano obispo castrense de Gran Bretaña, monseñor Paul Mason, y la bendición y calidez del Santo Padre Francisco en la Audiencia Pública del 30 de octubre pasado”.
A continuación compartimos la copia y enlace a la sección Carta de Lectores del Diario La Nación:
Virgen Malvinera
La imagen de la Virgen María de Luján que estuvo en Malvinas durante la guerra (abril a junio de 1982) y luego de 37 años en la Catedral Castrense del Reino Unido ya está en nuestra patria. Nos encomendamos a ella con el deseo de transitar caminos de encuentro y fraternidad. Quisiera agradecer a los que hicieron posible «la vuelta a casa» de esta querida y significativa imagen, a los laicos de la «Fe del Centurión», a la Conferencia Episcopal Argentina, al doctor Alfredo Abriani, secretario de Culto de la Nación, a Aeropuertos 2000 por su generosa disponibilidad en la persona de Roberto Curilovic (VGM), al embajador Rogelio Pfirter y al personal de la embajada argentina ante la Santa Sede, a Aerolíneas Argentinas, tanto al personal de tierra como las tripulaciones de ida y vuelta, al obispado castrense y a los medios de comunicación, que haciéndose eco de este regreso histórico colaboraron con la información y la comunión.
No puedo dejar de mencionar la fraternidad y acogida ante nuestro pedido de mí hermano obispo castrense de Gran Bretaña, monseñor Paul Mason, y la bendición y calidez del Santo Padre Francisco en la Audiencia Pública del 30 de octubre pasado. A todos, muchas gracias y que la Virgen de Luján, Malvinera y Peregrina bendiga a nuestra querida y herida Nación.
Santiago Olivera
Obispo castrense de la Argentina
Virgen Malvinera
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