Mons. Olivera | Salud Gendarme argentino, salud por ser “una persona de bien”, así finaliza la columna del Obispo Castrense de Argentina en el diario digital MDZ, donde hoy recordó y saludo a los integrantes de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) en su 85 aniversario de fundación. Mons. Santiago Olivera ponía su mirada en el inicio de su publicación, en aquellos primeros encuentros con integrantes de la Fuerza Federal de Seguridad al ser nombrado Obispo, donde destacó la conversación con uno de sus cadetes.
Así, repasaba aquel momento, “(…) me dijo uno de estos jóvenes, con frescura y transparencia: <Yo amo al pueblo, amo a la gente, por eso el don más preciado que es la vida, lo pongo a disposición para custodiar a este pueblo, para custodiar mi patria, para defender las fronteras>.
Confieso que siempre comparto estas expresiones de ese joven cadete, hoy gendarme que está por nuestro país, custodiando nuestras fronteras. ¡Qué alegría! Rezo por ello, para que nunca cambien estos sentimientos de amor y de patria, que muchos de los gendarmes tienen en su corazón.”
A continuación, compartimos en forma completa la nota de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina:
Gendarmería: una fuerza de personas de bien
El 28 de julio es el día de la Gendarmería Nacional, que fue creada en 1938, mediante una ley del Congreso Nacional. Santiago Olivera, es el Obispo Castrense y honra a la fuerza en su día en MDZ.
Uno de mis primeros contactos con las distintas Fuerzas que se me confiaban-como Obispo castrense– fue con aspirantes cadetes de la Escuela de Gendarmería “General Don Martín Miguel de Güemes”. Me impactó, de ese encuentro, y aunque ya han pasado más de seis años, recuerdo muy claramente- como si fuera una sentencia- que, de algún modo, presenta el corazón de tantos, me dijo uno de estos jóvenes, con frescura y transparencia: “Yo amo al pueblo, amo a la gente, por eso el don más preciado que es la vida, lo pongo a disposición para custodiar a este pueblo, para custodiar mi patria, para defender las fronteras”.
Confieso que siempre comparto estas expresiones de ese joven cadete, hoy gendarme que está por nuestro país, custodiando nuestras fronteras. ¡Qué alegría! Rezo por ello, para que nunca cambien estos sentimientos de amor y de patria, que muchos de los gendarmes tienen en su corazón. La valoración de la Gendarmería a la luz del decálogo, verdaderamente- cuando lo recitan- lo dicen con pasión, podemos constatar que nos encontramos con hombres de bien y así debemos reconocerlo.
Quizá, como toda realidad humana, a veces algunos no han sido fieles a esa profesión y esa vocación que han abrazado, pero la gran mayoría y me consta, visitando a lo largo y ancho del país, conversando con muchos de los gendarmes, sus autoridades y la plana mayor; y los más jóvenes, uno descubre una verdadera pasión y un verdadero amor a la patria, a nuestra tierra, a nuestra gente, como decía aquel joven aspirante cadete, porque amo a mi pueblo soy capaz de entregar la vida.
Así debemos ver a todos los hombres y mujeres uniformados porque exponen su vida, lo viven como una profesión, también descubren que es una vocación porque es un llamado, un llamado de la patria, un llamado de Dios para servir con valor y con dedicación, de un amor que se da sin límites, un amor hasta el extremo.
Y en este 85° aniversario de la Gendarmería recorren por mi corazón y por mi mente, varios rostros de gendarmes pasados y presentes y agradecemos sus vidas. Me gustaría-como Obispo– que sepamos reconocer y descansar con estos hombres que son patria, tal como reza su decálogo y que aquí les comparto:
- Tengo el honor de ser Gendarme.
- Soy correcto porque el ejercicio de mi función debe ser irreprochable.
- Soy enérgico para no ceder en mi cumplimiento de mi responsabilidad.
- Soy disciplinado porque en la disciplina está fundado el orden y el respeto mutuo.
- Soy leal, porque sin lealtad no hay hombre de bien.
- Soy cuidadoso de mis armas y de mi equipo, porque ellas son patrimonio de la Nación confiado a mí.
- Soy constante centinela para velar por la soberanía nacional, proteger la democracia el cumplimiento de sus leyes y defender los derechos de todas las personas.
- Soy presencia viva en toda la geografía del territorio patrio y en cualquier lugar del mundo en misión de paz, y mi mayor satisfacción es el deber cumplido.
- 9. Soy patria, ley y derecho.
- 10. Soy un Gendarme es decir soy persona de bien.
Cumple sus 85 años, ya que fue, durante la presidencia del Dr. Roberto M Ortiz, Gendarmería Nacional es creada el 28 de julio del año 1938 por el Congreso Nacional. Las particularidades del territorio donde debía cumplir la misión y el carácter de ésta, determinaron que la fuerza naciera como un cuerpo con organización, formación militar y férrea disciplina. Nacida del Ejército, guarda especial atención la figura del General Don Martín Miguel de Güemes, heroico soldado y general, de invalorable labor en el Norte de nuestro país. A quien le debemos la férrea defensa de nuestra Patria y una fidelidad admirable a nuestro suelo argentino, al punto de, a costa de su vida, no claudicar ante la “amnistía” que se le brindaba si desistía en su lucha. Es este hombre, para cada gendarme, un modelo a seguir, un faro que los ilumina en su vocación y los anima a no claudicar, en el cumplimiento de su misión.
Para terminar, creo que es importante volver a recordar que, como a todos los hombres uniformados, deberíamos tratarlos con respeto, con cariño, con valoración y gratitud. Y, todos los uniformados, deberían sentir el “peso” del uniforme, la honra que le da vestirse con él, con el uniforme de la Fuerza, en este caso la Gendarmería. Si se dan estas dos realidades, podremos ver en ellos, esos amigos del pueblo, que son cercanos, y que nos defienden. Que no son enemigos como- a veces- tristemente nuestra historia, por ideologías que ciegan, han querido empañar la buena relación. Son hombres y mujeres, como buenos vecinos y comprometidos con su gente y con su tierra, en nuestro sur y en nuestro norte exponen su vida, con valentía y generosidad, por cuidar nuestras
fronteras, por defenderla. No cuidan solo el suelo, sino que- en ese suelo nuestro- nos cuidan y defienden.
Salud Gendarme argentino, salud por ser “una persona de bien”.
* Monseñor Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina.
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