MONS. OLIVERA | Te pedimos Señor, tu Bendición para los hombres y mujeres, que, con orgullo y sentido de pertenencia, han servido, sirven y conducen a nuestra Gloriosa Fuerza, así lo señalaba el Obispo para las Fuerzas Armadas y la Fuerzas Federales de Seguridad al compartir la invocación religiosa en el 112° Aniversario de la creación de la Fuerza. Fue en el acto presidido por el Sr. Ministro de Defensa, Dr. Luis Petri, quien estuvo acompañado por Jefe de Estado Mayor Conjunto, Brigadier General Xavier Julián Isaac, el Jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, Brigadier General Fernando Luis Mengo, el Jefe del Estado Mayor del Ejército Argentino, Jefe del Estado Mayor de la Armada Argentina, el Obispo para las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad, Mons. Santiago Olivera, efectivos de la Fuerza e invitados especiales.

Luego de la entonación del Himno Nacional Argentino, el Obispo fue invitado a compartir la invocación religiosa, diciendo, “al conmemorar hoy el 112º Aniversario de la Creación de nuestra querida FUERZA AÉREA ARGENTINA, elevamos nuestra mirada a Ti Señor, con enorme gratitud, porque suscitaste a lo largo de esta historia nuestra, personas decididas a custodiar los cielos de nuestra Patria, con alma y vida. Te pedimos Señor, tu Bendición para los hombres y mujeres, que, con orgullo y sentido de pertenencia, han servido, sirven y conducen a nuestra Gloriosa Fuerza, como así también te encomendamos sus queridas familias”.

Finalizando, Mons. Santiago pidió, “Virgen Santísima de Loreto, Madre y Protectora de las Alas de la Patria, traza el «mejor plan de vuelo» para nuestra Fuerza Aérea Argentina, y para esta Nación que viste nacer y siempre cobijaste. Te pedimos confiados que todos juntos, con la Gracia de Dios, sigamos escribiendo en libertad, con la decisión y el coraje de los grandes, los mejores capítulos de nuestra historia. Y que Dios bendiga y proteja siempre a nuestra Patria”.

A continuación, compartimos en forma completa la invocación religiosa de Mons. Santiago Olivera, Obispo para las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad de Argentina:

«Bendice alma mía al Señor, que todo mi ser bendiga tu Santo Nombre y no olvide nunca tus beneficios.»

Leemos en el Salmo 103, y a la vez lo hacemos oración sentida.

Te bendecimos Señor y reconocemos tus beneficios, por tus muchas bendiciones hacia nosotros, tus hijos.

Te invocamos Señor y Único Dios Verdadero, cuyo dominio sobre el cielo y la tierra es eterno e infinito.

Tú sabes, que nada ni nadie podrá apartarnos del Amor a Ti, porque nos sabemos primera y especialmente Amados por Ti.

Somos hijos de esta bendita tierra Señor, pero también ciudadanos de esa Patria Celeste, que no conoce ocaso ni es oscurecida por los lazos de la enfermedad o la muerte, Patria definitiva que nos conquistó tu Hijo muriendo en la Cruz por Amor Infinito y al resucitar dio sentido a la Fe y al compromiso que implica vivir “cada día” los valores del amor, la verdad, la justicia, la fraternidad, la libertad y la paz que nos permitirá gozar del Cielo prometido.

Al conmemorar hoy el 112º Aniversario de la Creación de nuestra querida FUERZA AÉREA ARGENTINA, elevamos nuestra mirada a Ti Señor, con enorme gratitud, porque suscitaste a lo largo de esta historia nuestra, personas decididas a custodiar los cielos de nuestra Patria, con alma y vida.

Te pedimos Señor, tu Bendición para los hombres y mujeres, que, con orgullo y sentido de pertenencia, han servido, sirven y conducen a nuestra Gloriosa Fuerza, como así también te encomendamos sus queridas familias.

Que los anales de su historia y el legado de sus precursores sean el estímulo que los anime diariamente, sin decaer jamás su esperanza y enfrentando este tiempo como un desafío de grandeza, con la mística propia de un Auténtico “Soldado del Aire”, sabiendo que cuentan, además, con la fecundidad de la sangre de nuestros héroes malvineros derramada.

Hace 42 años de aquella Gesta, encarnada incluso por muchos de los aquí presentes, que lejos de desvanecerse en el tiempo, no sólo quedó en los bronces sino en lo más profundo de nuestro agradecido corazón, para siempre.

No olvidamos Señor la vida de aquellos que también la entregaron con su servicio silencioso y cotidiano, y no por ello menos heroico, que recientemente recibiste en la ofrenda de tus hijos Franco y Mauro, con el imperativo para nosotros de reconocerlos y honrarlos, con la dignidad que merece la sangre joven que de ellos, seguirá latiendo en cada rincón de las unidades que para siempre los abrazaron.

Virgen Santísima de Loreto, Madre y Protectora de las Alas de la Patria, traza el «mejor plan de vuelo» para nuestra Fuerza Aérea Argentina, y para esta Nación que viste nacer y siempre cobijaste.

Te pedimos confiados que todos juntos, con la Gracia de Dios, sigamos escribiendo en libertad, con la decisión y el coraje de los grandes, los mejores capítulos de nuestra historia. Y que Dios bendiga y proteja siempre a nuestra Patria.