PAPA FRANCISCO | Escuchar al Señor trae luz a nuestro corazón y a nuestra vida, así lo expresó el Santo Padre al compartir su mensaje antes de recitar la oración mariana del Ángelus. Antes del mediodía de hoy (hora de Roma), Su Santidad Francisco se presentaba en la ventana del Estudio Apostólico Vaticano desde donde se reunió con los fieles y peregrinos presentes en Plaza San Pedro.

El Papa decía, “hoy el Evangelio de la liturgia (Jn 18,33-37) presenta a Jesús ante Poncio Pilato: ha sido entregado al procurador romano para ser condenado a muerte. Entre los dos, sin embargo, comienza un breve diálogo: entre Jesús y Pilato. Al principio, Pilato pregunta a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?» (v. 33). Razonando como funcionario del imperio, quiere entender si el hombre que tiene delante constituye una amenaza, y un rey para él es la autoridad que gobierna sobre todos sus súbditos. Eso sería una amenaza para él, ¿no? Jesús pretende ser rey, sí, ¡pero de un modo muy distinto! Jesús es rey porque es testigo: es el que dice la verdad (cf. v. 37)”.

Continuando, agregó, “el «mundo» de Poncio Pilato es aquel en el que los fuertes triunfan sobre los débiles, los ricos sobre los pobres, los violentos sobre los mansos, es decir, un mundo que, por desgracia, conocemos bien. Jesús es Rey, pero su reino no es de ese mundo, tampoco es de este mundo (v. 36). El mundo de Jesús, en efecto, es el mundo nuevo, el mundo eterno, que Dios prepara para todos dando su vida por nuestra salvación”.

Finalmente, compartió el Papa, “Jesús habla a Pilato desde muy cerca, pero él permanece distante de él, porque vive en un mundo distinto. Pilato no se abre a la verdad, aunque la tiene delante. Hace crucificar a Jesús y manda escribir en la cruz: «Rey de los judíos» (Jn 19,19), pero sin comprender el significado de esas palabras. Escuchar al Señor trae luz a nuestro corazón y a nuestra vida. Por tanto, intentemos preguntarnos -preguntarnos cada uno en nuestro corazón-: ¿puedo decir que Jesús es mi «rey»?”

A continuación, compartimos en forma completa el mensaje de Su Santidad Francisco:

Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz domingo!

Hoy el Evangelio de la liturgia (Jn 18,33-37) presenta a Jesús ante Poncio Pilato: ha sido entregado al procurador romano para ser condenado a muerte. Entre los dos, sin embargo, comienza un breve diálogo: entre Jesús y Pilato. A través de las preguntas de Pilato y las respuestas del Señor, dos palabras en particular se transforman, adquiriendo un nuevo significado. Dos palabras: la palabra «rey» y la palabra «mundo».

Al principio, Pilato pregunta a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?» (v. 33). Razonando como funcionario del imperio, quiere entender si el hombre que tiene delante constituye una amenaza, y un rey para él es la autoridad que gobierna sobre todos sus súbditos. Eso sería una amenaza para él, ¿no? Jesús pretende ser rey, sí, ¡pero de un modo muy distinto! Jesús es rey porque es testigo: es el que dice la verdad (cf. v. 37). El poder real de Jesús, el Verbo encarnado, reside en su palabra verdadera, su palabra eficaz, que transforma el mundo.

Mundo: he aquí el segundo momento. El «mundo» de Poncio Pilato es aquel en el que los fuertes triunfan sobre los débiles, los ricos sobre los pobres, los violentos sobre los mansos, es decir, un mundo que, por desgracia, conocemos bien. Jesús es Rey, pero su reino no es de ese mundo, tampoco es de este mundo (v. 36). El mundo de Jesús, en efecto, es el mundo nuevo, el mundo eterno, que Dios prepara para todos dando su vida por nuestra salvación. Es el reino de los cielos, que Cristo trae a la tierra derramando gracia y verdad (cf. Jn 1,17). El mundo, del que Jesús es Rey, redime la creación arruinada por el mal con el poder mismo del amor divino, Jesús salva la creación, porque Jesús libera, Jesús perdona, Jesús da la paz y la justicia. «Pero, ¿es esto verdad Padre?«-»Sí». ¿Cómo está tu alma? ¿Hay algo pesado ahí dentro? ¿Alguna vieja culpa? Jesús siempre perdona. Jesús no se cansa de perdonar. Este es el Reino de Jesús. Si hay algo malo dentro de ti, pide perdón. Y Él siempre perdona.

Hermanos y hermanas, Jesús habla a Pilato desde muy cerca, pero él permanece distante de él, porque vive en un mundo distinto. Pilato no se abre a la verdad, aunque la tiene delante. Hace crucificar a Jesús y manda escribir en la cruz: «Rey de los judíos» (Jn 19,19), pero sin comprender el significado de esas palabras. Sin embargo, Cristo vino al mundo, a este mundo: el que es de la verdad, oye su voz (cf. Jn 18,37). Es la voz del Rey del universo, que nos salva.

Hermanos y hermanas, escuchar al Señor trae luz a nuestro corazón y a nuestra vida. Por tanto, intentemos preguntarnos -preguntarnos cada uno en nuestro corazón-: ¿puedo decir que Jesús es mi «rey»? ¿O tengo otros «reyes» en mi corazón? ¿En qué sentido? ¿Es Su Palabra mi guía, mi certeza? ¿Veo en Él el rostro misericordioso de Dios que siempre perdona, que espera para darnos el perdón?

Oremos juntos a María, esclava del Señor, mientras esperamos con esperanza el Reino de Dios.

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Después del Ángelus

Estos dos chicos coreanos han llevado hoy a Corea la Cruz de la Jornada de la Juventud, que estará en Seúl, para preparar la Jornada. ¡Aplaudamos a los coreanos! Y también un aplauso a los jóvenes portugueses que entregaron la Cruz.

Ayer, en Barcelona, fueron beatificados el sacerdote Cayetano Clausellas Ballvé y el fiel laico Antonio Tort Reixachs, asesinados por odio a la fe en 1936 en España. Damos gracias a Dios por el gran don de estos testigos ejemplares de Cristo y del Evangelio. ¡Aplaudamos a los nuevos Beati!

Hoy se celebra en las Iglesias particulares la 39ª Jornada Mundial de la Juventud, sobre el tema: Los que esperan en el Señor caminan sin cansarse (cf. Is 40,31). También los jóvenes se cansan a veces, ¡si no esperan en el Señor! Saludo a las delegaciones de Portugal y Corea del Sur, que se han pasado el «testigo» en su camino hacia la JMJ de Seúl en 2027. Aplaudo a las dos delegaciones.

Como ya he anunciado, el próximo 27 de abril, en el contexto del Jubileo de los adolescentes, proclamaré santo al beato Carlo Acutis. Además, habiendo sido informado por el Dicasterio para las Causas de los Santos de que el proceso de estudio de la Causa del beato Pier Giorgio Frassati está llegando a una conclusión positiva, preveo canonizarlo el próximo 3 de agosto, durante el Jubileo de los jóvenes, después de obtener el parecer de los cardenales. Aplaudamos a los próximos nuevos santos.

Mañana se celebra en Myanmar la fiesta nacional, en recuerdo de la primera protesta estudiantil que puso al país en el camino de la independencia, y en la perspectiva de una estación pacífica y democrática que aún lucha por realizarse. Expreso mis condolencias a toda la población de Myanmar, en particular a quienes sufren a causa de los combates en curso, especialmente los más vulnerables: niños, ancianos, enfermos y refugiados, incluidos los rohingya. Hago un llamamiento de todo corazón a todas las partes implicadas para que depongan las armas y entablen un diálogo sincero e integrador que pueda garantizar una paz duradera.

Y saludo cordialmente a todos vosotros, romanos y peregrinos. En particular, a los grupos de fieles de Malta, Israel, Eslovenia y España, así como de las diócesis de Mostar-Duvno y Trebinje-Mrkan y del territorio de la abadía de Fossanova.

Y seguimos rezando por la atormentada Ucrania, que tanto sufre, rezamos por Palestina, por Israel, Líbano, Sudán. Pedimos por la paz.

Y a todos, os deseo un buen domingo. Por favor, no olvidéis rezar por mí. Buen almuerzo y ¡adiós!