Papa Francisco | Qué la Virgen María, Madre de la Misericordia, nos conceda a todos esta gracia de la misericordia, así lo señalaba el Santo Padre antes de rezar la oración de Regina Coeli. Tras la finalización de la celebración de la Santa Misa en, en la Iglesia de Santo Spirito in Sassia, en la ciudad de Roma, Italia.

Junto a un grupo de fieles, quienes estaban en representación de los muchos que hubieron querido participar, pues a raíz de la pandemia todo debió respetar las normas sanitarias para evitar cualquier peligro, el Santo Padre rezó con ellos la oración Mariana del Regina Coeli. Fue en el segundo Domingo de Pascua, en el Santuario romano Santo Spirito in Sassia, en la Fiesta de la Divina Misericordia.

A continuación, compartimos en forma completa el mensaje de Su Santidad Francisco:

Antes de terminar esta celebración, me gustaría dar las gracias a los que han colaborado en su preparación y retransmisión en directo. Y saludo a todos los que se han conectado a través de los medios de comunicación.

Dirijo un saludo especial a los que estáis presentes aquí en la iglesia del Santo Spirito in Sassia, Santuario de la Divina Misericordia: a los fieles habituales, al personal de enfermería, a los reclusos, a las personas con discapacidad, a los refugiados y emigrantes, a las Hermanas Hospitalarias de la Divina Misericordia y a los voluntarios de la Protección Civil.

Ustedes representan algunas de las situaciones en las que la misericordia se hace concreta, se vuelve cercanía, servicio, atención a las personas en dificultad. Ojalá os sintáis siempre misericordiados para ser a vuestra vez misericordiosos.

¡Qué la Virgen María, Madre de la Misericordia, nos conceda a todos esta gracia!